Haití anunció importantes incrementos en los precios de los combustibles, a pesar de que una decisión así podría afectar aún más la frágil economía, hacer que más personas huyan del país y desatar el tipo de protestas que con frecuencia paralizan la capital.
El precio fijado por el gobierno para el galón (3,79 litros) de gasolina se incrementará de 250 gourdes (2 dólares) a 570 gourdes (4,78 dólares); el de diésel subirá de 353 gourdes (3 dólares) a 670 gourdes (5,60 dólares) y el de queroseno de 352 gourdes (3 dólares) a 665 gourdes (5,57 dólares).
El gobierno informó que los precios subirán porque ya no puede sostener el fuerte subsidio a los combustibles como antes. Haití solía recibir todo su petróleo del programa Petrocaribe del gobierno de Venezuela, pero este terminó hace varios años. Desde entonces, el gobierno autorizó a distribuidores locales importar combustible y ha subsidiado dichas compras.
Este jueves, personas que protestaban contra los incrementos bloquearon calles de Puerto Príncipe con rocas, neumáticos incendiados, rejas de metal e incluso el bastidor de una cama, dejando la capital sin tráfico. Escuelas y negocios, incluyendo bancos, también cerraron mientras varias columnas de humo se elevaban por toda la ciudad.
Marc André, un conductor de un mototaxi de 28 años, dijo que planea vender su motocicleta y cruzar la frontera hacia la vecina República Dominicana para buscar un trabajo en construcción.
“Casi nadie podrá pagar el precio que tengo que cobrar, es mejor que me vaya del país”, dijo.
El gobierno no mencionó cuándo entrarán en vigor los ajustes de precios, pero tuiteó que “los precios en Haití son significativamente más bajos que en el mercado internacional”.
El primer ministro Ariel Henry dijo el lunes en un discurso nacional que los precios de los combustibles aumentarían, aunque su gobierno no reveló los detalles sino hasta el miércoles.
El martes, un par de miles de haitianos protestaron por el anuncio de que subirían los precios, y también pidieron más acciones contra la violencia y una reducción en el costo de los productos básicos ante una inflación de 30%.