El Observatorio Social Humanitario (OSH) profundizó este jueves, en un encuentro con expertos, sobre la situación de los migrantes que cruzan la selva del Darién y las consecuencias en la región de este fenómeno migratorio, que pone en riesgo la vida de miles de venezolanos a diario.
Solo en agosto de este año, unos 23.000 migrantes venezolanos cruzaron el Tapón de Darién intentando llegar a Estados Unidos. En lo que va de año ya son 68.000 en total. Esta cruzada los expone a graves abusos por parte de grupos irregulares quienes no solo cobran vacunas, sino que roban y abusan sexualmente a nuestros migrantes.
Carlos Rodríguez, abogado del Centro de Derechos Humanos UCAB, detalló que las razones del aumento de las cifras de migrantes cruzando el Darién están asociadas a la exigencia de visas en los países de Centroamérica. Indicó que a la Emergencia Humanitaria compleja se le suma la actual crisis económica mundial producto de la guerra, que ha afectado negativamente los venezolanos en países como Perú, Ecuador y Chile.
Rodríguez agregó que “para 2010-2019 la mayoría de las personas que cruzaban la selva del Darién eran cubanos y haitianos, y de otras nacionalidades, específicamente de África y de Asia. En el periodo de 2015-2020 empezó el paso de venezolanos, en 2015 solo cruzaron dos, y cuando finalizó 2020 la cifra ascendía a 180. Al cierre de 2021 esta cifra se incrementó a 2819, situación que se agudizó en enero de 2022 cuando México empezó a exigir visa alcanzando en lo que va de año un total de 68.575 personas”.
Por su parte, Inés Urdaneta de la Alianza VenCR, que opera en Costa Rica, detalló la situación de los migrantes en la selva, “están expuestos a la criminalidad, al incumplimiento de los coyotes, asaltos, abuso sexual y violaciones, secuestros, trata de personas, asesinatos, pero también a amenazas naturales como ahogo en ríos, caídas por precipicios, animales peligrosos, contaminación del agua y problemas de salud que frecuentemente se manifiestan con deshidratación, infecciones gastrointestinales, dermatológicas y traumas psicológicos”, expresó.
Insistió en que no es un recorrido fácil y que “quien transita en el Darién no sabe si va a llegar. Es un miedo constante a la muerte, porque en cualquier minuto ellos o cualquiera de sus familiares pueden morir”.
Otros datos dan cuenta que 1.001 migrantes ingresaron diariamente a Panamá por el Darién durante agosto de 2022 y 14% de ellos son menores de edad. De esa cifra, 762 son venezolanos.
Sobre los desafíos que enfrentan las organizaciones de la sociedad civil y ONG dedicadas a la asistencia de migrantes explicó que principalmente son todo financieras, pues además de lo complicada de su labor, la cifra de los migrantes se ha incrementado exponencialmente y no tienen capacidad absoluta para cubrir todas las necesidades.
Las ONG también detallaron las distintas dificultades en la región para la atención de migrantes, como, por ejemplo; la capacidad limitada de respuesta de los gobiernos y agencias ante el caos en áreas metropolitanas y fronteras, como las económicas, ambientales y sociales; y poca coordinación entre los países para garantizar un flujo ordenado, controlado y seguro de los migrantes.
Asimismo, Marisela Castillo de Humanitarian Action, organización que asiste a migrantes en territorio estadounidense, relató que la mayoría de las personas que atienden son sobrevivientes que pasaron más de 10 o 12 días caminando la selva y recorriendo el continente para llegar al destino final.
Detalló cómo es el proceso de los venezolanos al llegar “recibimos a migrantes que son sobrevivientes, muy cansados, afectados, rotos, cualquier cosa les conmueve y lloran… mujeres brutalmente abusadas sexualmente por tres y hasta siete hombres en violaciones masivas y hay mucho estrés post traumático. Pero en los propios testimonios de las personas que estamos atendiendo, reportan que hay algo peor aún que el Darién que se llama México”.
Marisela enfatizó la preocupación por la lucha política que actualmente existe entre los líderes republicanos y demócratas relacionadas a las políticas migratorias y la dificultad de este país para dar refugio a quienes llegan de manera irregular y escasos de recursos.