En el proceso del surgimiento cultural de Barquisimeto en 1552 se conjuntan una diversidad de variables, a saber: históricas, políticas, étnicas, sociológicas, religiosas, económicas, sicológicas, filosóficas, lingüísticas, demográficas, geográficas, comunicacionales, entre otras.
Para de inmediato registrarse una lucha entre lo extranjero traído por el europeo y lo establecido original del nativo. Un tema que otra vez plantea el problema de una filosofía, arte y cultura originales en el continente americano, como lo expone el mexicano Leopoldo Zea.
Barquisimeto constituye un caso de cultura móvil, pues es de las pocas ciudades del país en ocupar cinco asentamientos a partir de 1552. El primero es abandonado por el inhóspito ambiente con diversas enfermedades, entre éstas el paludismo y la inestabilidad sociopolítica.
Los inevitables contrastes
Cuando el europeo arriba a territorio barquisimetano se registra una desproporción en cuanto al proceso histórico y fases socioculturales andadas por el hombre en otras latitudes. Lo europeo más evolucionado y lo nativo en lento cambio.
Se produce la inevitable colisión entre la cultura dominante y dominada que trae a colación la vieja polémica de si hubo cohabitación o aniquilamiento cultural. Ese primer episodio sucede en 1532 cuando el alemán Nicolás Federmann llega a estos vírgenes lares.
Entonces las seis etnias indígenas que habitaban los 21 mil kilómetros cuadrados aún estaban insertadas en el período histórico del Paleolítico, dedicadas a las primarias actividades de la caza, pesca y recolección de frutas.
Era muy poco lo que habían avanzado tecnológica y productivamente en comparación con Europa. Estaban en una situación de desventaja y debilidad ante el invasor. El predominio de aquel espacio geohistórico lo ostentaba la etnia de los Caquetíos con una organización social, política, militar y económica avanzada por lo consolidada y coherente. Eran practicantes de la agricultura de riego.
El negro africano estaba en similares condiciones de retraso en cuanto al proceso histórico universal. Sus sociedades eran las tribales a merced de las guerras. Pero, en sus genes latía el arte de la música manifiesto en su vida cotidiana con el tambor que denominan “tamunango”.
Entre tanto en Europa tomaban fuerza los Estados Nacionales a las puertas de la Revolución Industrial. Con todo, España estaba al margen de dicho proceso ubicándose en la periferia de los países europeos más avanzados.
Pero 1552, en la historia y cultura regional, marca el principio del cruce de razas que deriva en el ineludible mestizaje.
La impactante noticia del oro
Villegas conocía el territorio de Buría, pues lo había explorado antes sin que le llamara la atención. Lo explica el hecho de calcular el lapso en que cubriría el recorrido desde El Tocuyo. Hasta que un día recibe una deslumbrante noticia de un indio. Éste le comunica que las aguas del río Buría arrastraban pedazos de oro. Es cuando se decide a establecer la novel ciudad. Por lo que su fundación está vinculada a la fábula del oro que motiva a Villegas a emprender dicha empresa. La Leyenda Dorada inventada por los indígenas para evadir al invasor.
El 29 de abril de 1552 remite una carta al Rey en la cual le participa su propósito de fundar “Nueva Ciudad de Segovia” en honor a su tierra natal.
Luego, el hidalgo arriba a los parajes de Buría a unos 50 kilómetros en el municipio Simón Planas al norte del actual Barquisimeto. A Villegas lo acompañan en la actividad 80 negros africanos mientras que los europeos eran 36 para totalizar 136 los fundadores.
Entre esos esclavos figura el Negro Miguel originario de Puerto Rico quien en 1553 se rebelaría contra las autoridades españolas. Se trata de un hecho de inconformidad que forma parte de la cultura sociopolítica de esa fundacional etapa del conglomerado barquisimetano. La primera contra el imperio español en estas tierras americanas. Una expresión de la subcultura política por generarse en los extramuros con los de abajo al asalto del poder.
Desde el enfoque de la cultura del trabajo, Villegas le asigna a la naciente ciudad funciones de encomienda y explotación minera con mano de obra esclava en las minas de oro. Se trata de dos sistemas laborales establecidos por la Corona española que beneficiaba a los conquistadores bajo la concepción de vasallos de los indígenas americanos en condiciones más flexibles que el expoliador trabajo esclavo de los negros. La búsqueda de mano de obra inmediata y fácil conformada por la población local. Al fin y al cabo son dos formas de cultura del trabajo para la extracción de ganancias.
La política entendida como hecho cultural se registra en el cabildo donde son tratados los asuntos públicos de la ciudad. En ese sentido Barquisimeto es pionera de esa institución trasplantada desde España. La prioridad la constituyen las encomiendas y la explotación de las minas de oro.
El universo simbólico
De inmediato se activan los elementos del universo simbólicos en que discurre la vida del hombre: religión, arte, lenguaje y mito.
La lengua es un fenómeno cultural profundamente ligado a la vida del hombre que la usa de diversas maneras en su quehacer cotidiano.
Así el primer acto imperativo del invasor lo ejecuta desde la instancia del lenguaje cuando bautiza a la naciente urbe como “Nueva Ciudad de Segovia”.
Por medio de la palabra el español materializa su primer acto de dominación cultural en aquel trozo del territorio larense. Pero constituye un aporte lingüístico que identifica y unifica a nuestros pueblos.
Cuatro años después, en 1556, cambia de denominación por la de “Bariquisimeto” cuando ocupa su segundo asiento en el sitio de El Carabalí. Un hecho que reivindica el lenguaje del indio como ocurre con el vocablo Caracas de origen aborigen.
A los nativos les impresiona su alta estatura, vestimenta diferente con casco y botas, uso de la espada y el caballo como medio de transporte. Son elementos culturales que marcan la diferencia con respecto al nativo que en algunos despierta la rebeldía y en otros la sumisión, de acuerdo con la etnia a la que pertenecen.
El arte de la arquitectura brilla ante otros a base de ladrillo, adobe de barro, paja y piedra. Su expresión más acabada es su iglesia con techo de paja por falta de tejas. Se impone el barroco menor religioso reinventado en el Nuevo Mundo. Recuérdese que artísticamente España estaba retrasada casi medio siglo respecto a Europa dominando aún el estilo gótico. Su barroco es una especie de mosaico o mescolanza con ambas corrientes. Su impulso corre por cuenta de la Iglesia. El templo de Buría es portador de ese estilo con poca ornamentación. A partir de entonces aquel inexplorado y selvático paisaje se transforma adquiriendo otra fisonomía por obra del europeo que impone su concepción del mundo.
Surgen como epicentros principales de las actividades cotidianas: la iglesia, plaza, mercado y las sedes del cabildo y gobernación. Los marcados contrastes raciales y de clase llevaron al establecimiento de varios tipos de templos para los blancos, los pardos y los negros. Así la iglesia San Francisco era para los blancos. Cada quien por su lado según el color de la piel. Pero, es así como se va conformando la nueva unidad poblacional.
Pero, en este caso la prosperidad económica del oro no necesariamente está vinculada al auge artístico, como ocurre en otros países del continente ricos en minerales preciosos.
El peso de lo general
En estas latitudes no se desarrolla una escuela de pintura o música como sí ocurre en El Tocuyo y Quíbor con tradición principalmente en la plástica. La capital morandina tuvo entonces una destacada figura de la plástica en el Pintor de El Tocuyo.
Ese es un mundo sumido en las prácticas culturales de la vida cotidiana, a saber: patrones de consumo, gastronomía, diversiones, vestimenta, conducta, creencias religiosas. Los quehaceres culturales del nativo son influenciados por los del conquistador que lo avasalla con la transculturización por medio de la religión. Un ejemplo es San Antonio de Padua por medio del tamunangue.
Es aquella una sociedad con un abismal analfabetismo siendo una minoría la que sabía leer y escribir. Si acaso lo conocía el sacerdote, escribiente, conquistador, funcionarios públicos, militares, profesionales y los miembros de la clase dominante.
Un universo poblacional que no llegaba entonces al 10%. El primer maestro dedicado al proceso de enseñanza-aprendizaje es Juan Ortiz Gabantea, con el título de preceptor de gramática, de acuerdo con Francisco Cañizales Verde.
Cultura móvil
El hecho de desplazarse por cinco asientos hace de Barquisimeto una ciudad de cultura migrante y dinámica a lo interno en el contexto de la conquista y Colonia. En ello incide la primera vez el medio ambiente hostil imperante en la zona de Buría con la secuela de enfermedades, plagas, animales salvajes y el agotamiento del oro en las minas.
Así pues, el papel jugado por la ecología es definitivamente condicionante en la existencia y conducta de los primeros moradores de Nueva Segovia de Buría. Empujados por esas adversas circunstancias ambientales se marchan a otro lugar. Estamos ante un proceso único de mutación cultural forzada por la hostilidad del entorno con su desfavorable clima.
En consecuencia, el florecimiento y desarrollo artístico en Nueva Segovia de Buría en esta etapa es exiguo, pese a que constituye un centro de explotación de un metal precioso que motivaba más al extranjero, diferente a las plantaciones agrícolas.
Es la concreción en 1552 de un ente complejo y cambiable como la cultura, como expresión de su evolución antropológica hasta la actualidad en su quinto asentamiento. Son 470 años de esta culturalia barquisimetana.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: @freddytorreal11