Hoy acudimos a ti desde lo más profundo de nuestros corazones. Madre bendita eres fuente inagotable de vida, misericordia y esperanza. Cautiva los corazones de los venezolanos y condúcelos a la renovación de la fe.
Te pido por cada familia venezolana; ilumina con tu resplandeciente luz toda oscuridad, cúbrenos con tu poderoso manto y susúrranos palabras de sabiduría para poder cumplir con nuestras obligaciones como ciudadanos de este maravilloso país.
¡Preciosa Virgen llanera! protege a cada venezolano e infúndele confianza, para que pueda acudir a la oración y entregar su vida a nuestro padre celestial.
Alimenta en la fe aquellos que se sienten caídos, desanimados, desesperanzados y recuérdales que cada prueba es el origen de inmensas y majestuosas bendiciones.
Elimina el miedo y la ansiedad de las personas que reciben tratamiento o están en cuarentena. Dales un sentido de propósito en la búsqueda de la salud y la protección de los demás.
¡Patrona de los venezolanos! Eres la única que puede librarnos de todo complejo, inseguridades y llenarnos de confianza. Míranos con bondad, pero sobre todo, no dejes que nuestra fe se desvanezca en medio de la prueba.