Bayern Munich continuó con su tradición de ganar su primer partido de la Liga de Campeones al vencer el miércoles 2-0 al Inter de Milán en San Siro y hubiera sido más cómodo de no haber sido por el portero nerazzurro André Onana.
Leroy Sané adelantó al Bayern en el minuto 25 y el defensa del Inter Danilo D’Ambrosio anotó un gol en propia meta en el 66. Fue la decimonovena vez consecutiva que el equipo alemán ganó su primer partido en la competencia.
Fue una decepción más para el Inter, que ya ha perdido dos partidos en la Serie A, incluido el derbi contra el AC Milan el fin de semana.
De hecho, el entrenador del Inter, Simone Inzaghi, había realizado varios cambios con respecto a ese partido, en particular, dejando caer a Samir Handanović y dando el debut a Onana, que no había jugado un partido oficial desde abril en el Ajax. El delantero estrella Romelu Lukaku seguía lesionado.
Onana se mantuvo ocupado desde el principio, ya que tuvo que hacer dos atajadas de Joshua Kimmich en tres minutos. También tuvo que agacharse inteligentemente para detener un esfuerzo de Thomas Müller, mientras que Kingsley Coman disparó por poco por encima del larguero.
El Inter solo tuvo un par de aciertos de gol en la primera mitad, con Lautaro Martínez disparando de frente al arco temprano y un débil esfuerzo de D’Ambrosio que fue directo a Manuel Neuer.
Onana realizó una gran parada para palmear el disparo de Müller por encima del larguero, pero poco pudo hacer cuando Sané corrió entre dos defensas del Inter y sobre un balón de Kimmich por arriba, rodeó al portero y lo depositó en el arco vacío.
Fue otro desliz defensivo del Inter, que ya ha encajado ocho goles en cinco partidos de Liga esta temporada.
El Bayern tenía el control total y, de hecho, tuvo una triple oportunidad de duplicar su cuenta, ya que primero Onana paró un esfuerzo de Alphonso Davies, luego D’Ambrosio bloqueó el segundo disparo de Müller y Marcel Sabitzer disparó el rebote por poco del poste izquierdo.
Inter parecía tener un enfoque diferente después del descanso y creó ocasiones, pero D’Ambrosio y Edin Džeko no supieron aprovechar las primeras oportunidades.
Una comedia de errores casi le da al Bayern su segundo cuando Alessandro Bastoni intentó cabecear el tiro de Kimmich hacia su portero, pero quizás lo hizo con demasiada fuerza ya que Onana tuvo que retroceder rápidamente para sacar el tiro por debajo del travesaño y fuera del poste.
Momentos después de arriesgarse, los nerazzurri sí marcaron un gol en propia puerta. Coman y Sané se combinaban de maravilla en la frontal del área y un tiro cruzado de este último lo desviaba D’Ambrosio en propia portería.