Trabajo de: La Nación
“Hay dos cosas que mueven a la gente: el amor y la revancha y en Barinas había un pueblo que se sentía engañado y ante eso nadie puede. Si el pueblo se organiza y se enamora nadie lo puede parar”, es parte del mensaje del excalde de Petare y dirigente nacional de Primero Justicia.
A Carlos Eduardo de Jesús Ocariz Guerra no le es ajeno el estado Táchira ni la condición de frontera. Su familia paterna es de Rubio. A esta localidad venía a pasar vacaciones y aún la visita con frecuencia.
El sábado estuvo en algunos municipios del Táchira en la gira número 18 por el país. Recorre, propone y denuncia, con miras al año 2024. Año electoral y no cualquier sino el de las grandes ligas: elecciones presidenciales.
Carlos Ocariz, ingeniero civil de profesión y político a tiempo completo, en las filas de primero Justicia (PJ) compartió un encuentro con periodistas del Táchira.
“Los políticos debemos pedir perdón a los venezolanos. Debemos hacer un mea culpa. Pedir perdón por los errores” sentencia, reiteradamente, el exalcalde de Petare por casi 10 años.
Al hablar de perdón agrega que la oposición se quedó sin mensaje, sin contenido, al asegurar que está ayudando a construir el contenido para la gente que creía en ellos y dejó de hacerlo. “La política se quedó sin sustancia” y ataja que también esto ocurre en el lado del gobierno nacional.
De esa mea culpa, el dirigente nacional de la tolda amarilla, dice buscar levantar la esperanza perdida. “Yo creo que hay muchas razones para tener esperanzas. El 80 % de la gente quiere cambio, pero el 80 % cree que no vamos a cambiar y nuestro trabajo es transformar para que se crea. No se le debe regalar la esperanza a los políticos. No se debe hipotecar la esperanza a los políticos. El país puede cambiar”.
De hablar rápido, cordial y dispuestos a responder las interrogantes de los periodistas, el también exdiputado Carlos Ocariz, explicó el motivo de sus giras por todo el país.
—En primer lugar, denunciar así no le guste al poder. Debemos poner el pecho para denunciar la calamidad que sufre el pueblo y aquí en el Táchira lo hemos visto y vivido. Las carreteras dan pena y vergüenza. A cualquier parte donde uno va no existe el bolívar. Todo es en peso. Este es un estado de Venezuela, pero la moneda no es la venezolana sino la colombiana y el dólar. Hablamos de una economía dolarizada de manera informal o irresponsable, en lugar de dar pasa a una economía social de mercado. El bolívar ya no existe, no lo aceptan.
—En segundo lugar, proponer. Creo en la propuesta y la que estoy haciendo es en base a mi experiencia en Petare. Allí logramos hacer una gestión distinta en base a dos principios fundamentales; la democracia directa, reducir la brecha entre el ciudadano y el Estado. Este es un país de pisatarios y no de propietarios y yo creo profundamente en la revolución de la propiedad. Aquí el 80 % de la gente no es dueña de su casa, viven, pero no son dueños y eso es una injusticia. Esto genera distorsión y la única manera de acabar con esto es dándole a la gente su propiedad a través de un proceso de inclusión económica.
—Y la tercera cosa es hacer. Que el pueblo vea que los políticos hacemos cosas por la gente, no solo estamos para hablar pistoladas, sino que hacemos trabajos con las comunidades.
— ¿Estas giras que hace por el país, tienen relación directiva con proponer una candidatura presidencial?
—Esa es una pregunta reiterada. Siempre preguntan por las candidaturas y hay mucha gente que está en eso y obviamente es legítimo. Honestamente yo estoy para fortalecer liderazgos y veremos qué pasa —responder sin negar sus aspiraciones el dirigente que camina por los 51 años—. Pero creo que tenemos que aprender. El Táchira es un ejemplo de como no se tienen que hacer las cosas y no es la excepción en todo el país hay ejemplos, como el de aquí. En las últimas elecciones demostramos una miopía política, muy fuerte y ahí me incluyo.
Ocariz dice que él no se lavará las manos en los errores cometidos en el último proceso electoral, pero insisten que se debe aprender. “La gente está defraudada de nosotros y debemos pedir perdón, hacer mea culpa y aprender del pasado”.
Propone primarias para escoger el abanderado de la oposición en donde todos participen, sin exclusiones, y quien gane debe ser respetado y todos trabajar por él o la candidata escogida en proceso de elecciones primarias.
— ¿Usted cree que aún hay tiempo, para que la gente se vuelva a enamorar del discurso que dice no existir en este momento?
— Sí creo que hay tiempo y el mejor ejemplo es de Barinas donde todo el Estado y el poder del gobierno estaba presente y ya sabemos lo que pasó. La gente, los barrios se impusieron. Hay dos cosas que mueven a la gente: el amor y la revancha y en Barinas había un pueblo que se sentía engañado y ante eso nadie puede. Si el pueblo se organiza y se enamora nadie lo puede parar.
Así lo dijo
- Democracia directa y propiedad, en estos valores creo profundamente.
- La política tiene que salir de la caja típica de la actuación.
- Debemos reinventarnos y hacer propuestas. Yo he trabajado en ello.
- Si los partidos no tienen mensajes que conecten con el pueblo, nos quedamos con un elefante blanco o jarrón chino.
- Si el pueblo se organiza y se enamora, nadie lo puede parar. Y a eso le tienen miedo desde el poder. Y eso lo podemos lograr.
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