La zona atrae a inmigrantes de docenas de países, muchos de ellos en familias con niños pequeños. Aproximadamente 6 de cada 10 detenciones en el sector Del Rio fueron de migrantes provenientes de Venezuela, Cuba o Nicaragua.
El sector, que se extiende 395 kilómetros (245 millas) a lo largo del río Bravo, ha sido especialmente peligroso porque las corrientes del río pueden ser engañosamente rápidas y cambiar de súbito. Cruzar el río puede ser un reto incluso para los buenos nadadores.
En un comunicado de prensa el mes pasado, la CBP dijo que había descubierto los cadáveres de más de 200 migrantes en el sector desde octubre hasta julio.
Los estudios realizados por la Organización Internacional para las Migraciones y otras entidades apuntan a un aumento de las víctimas mortales y del número de intentos de cruce. En las últimas tres décadas, miles de personas han muerto intentando entrar en Estados Unidos por la frontera sur, a menudo por deshidratación o ahogamiento.