El costo de la Canasta Alimentaria que contiene 60 productos de consumo básico para una familia de cinco personas en el mes de julio 2022 fue de Bs. 1.978,21, lo que refleja un aumentó 5,2 %, equivalente a $348,28 de acuerdo con la información emanada del Centro de Documentación de los Trabajadores (Cenda).
Destaca la información, que esta variación es inferior a la registrada en junio cuando se ubicó en 11,9 %, siendo hasta el momento la más alta del año.
Se indica asimismo, que su costo en dólares bajó ligeramente en comparación con el mes pasado porque este mes la divisa/US$ se apreció mientras que el bolívar perdió valor. En junio, el tipo de cambio fue de Bs. 5,34 /1$ y en julio fue de Bs. 5,68 /1$ registrando un alza de 6,36%, en base a las cifras promedio del mes del BCV.
En el mes de julio los rubros que más aumentaron de precio en bolívares fueron: “cereales y sus derivados“ (+Bs. 24,44), “leche, quesos y huevos“ (+Bs.15,54), “pescados“ (+Bs. 13,33); “frutas y hortalizas” (+Bs. 11,20), y “carnes y sus preparados“
(+Bs. 10,96).
Un trabajador necesita un mínimo de Bs. 65,94 diarios para alimentar a su familia/ casi doce dólares diarios. El mes anterior requería de Bs. 62,68 diarios.
El incremento del mes en el costo total de la canasta alimentaria fue de Bs. 97,75, con un impacto brutal en el poder adquisitivo del salario y su consecuente caída en el consumo de alimentos de los venezolanos y en el deterioro progresivo en su calidad de vida.
En julio el Salario Mínimo tiene un déficit del 93,43% (Bs. 1.848,21) para poder adquirir la canasta alimentaria completa para el grupo familiar.
Como conclusión, para julio 2022 el nuevo salario mínimo es de $22 con ochenta y ocho centavos de dólar mensual, lo que equivale a $0,76 al día, menos de $1 dólar diario. Observando que en las estimaciones, índices y parámetros de organismos internacionales como: PNUD, CEPAL, BID, BM, entre otros; se establece un mínimo de ingresos de 1,90 dólares diarios para considerarse en nivel de pobreza; en Venezuela la familia de la clase trabajadora venezolana apenas sobrevive con ese ingreso mensual; sin poder adquisitivo y sin poder satisfacer sus necesidades básicas de alimentación ni de servicios esenciales.
