Tras las acusaciones emitidas este martes por el vicepresidente para el petróleo, designado por el régimen de Nicolás Maduro, Tareck El Aissami, en contra del expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez, por presuntamente haber encabezado un «mega fraude» durante su gestión en la estatal, el exfuncionario chavista en el exilio respondió a estas declaraciones.
«Como había advertido horas antes, el gobierno lanzó otra olla podrida en mi contra. Lo hace Tarek El Aisami, buscado y sancionado por la justicia internacional por graves delitos, incluido narcotráfico, lo cual le quita toda toda legitimidad a sus acusaciones», escribió Ramírez en su cuenta de twitter.
Asimismo el expresidente de PDVSA, añadió que las acciones del régimen en su contra forman parte de una retaliación política ante su aspiración presidencial.
«Este ataque histérico es la repuesta del gobierno a mi candidatura Presidencial, anunciada recientemente. Le tienen terror al Chavismo de Chávez en la calle, como una opción, ahora más que nunca vamos a organizarnos y a derrotarlos!», expresó.
«Todas las operaciones financieras de PDVSA durante mi gestión están auditadas por la Firma internacional KPMG y publicadas. Por supuesto que todos los préstamos entraron a la empresa, allí se reflejan. Los invito a revisarlo», exhortó Rámirez.
El exfuncionario fue enfático en desmentir a El Aissami, ante las acusaciones que hizo en su contra, «Lo dicho por Tarek el Aisami es absolutamente falso, los préstamos en bolívares, necesarios para responder a los trabajadores y a la industria, se pagaron con descuentos del 50% a favor de PDVSA. Fueron operaciones favorables a la empresa, nuevamente los invito a revisarlo».
Finalmente Rámirez aseguró que «El madurismo trata de hacer lo que la derecha le hizo a Lula, el mismo libreto, los mismos argumentos, pero nada de ello nos detendrá! Esta estrategia se llama “Lawfare” y es usada para la persecución política en nuestra región».
De igual forma acusó al madurismo de asaltar el poder, apartar y perseguir a los ministros de Chávez, para así repartirse el país.