La investigación cultural es un campo complejo de las ciencias sociales que se propone explicar las formas de ser y estilos de vida del hombre desde la racionalidad científica.
Mediante la misma conocemos la capacidad del hombre para impulsar el desarrollo de un pueblo.
Su campo de actividad es multidisciplinario abarcando lo estético, sociológico y antropológico.
De las decenas de definiciones de cultura hoy asistimos a su disolución en un mundo donde decae lo tradicional, autónomo y nacional por el efecto del cosmopolitismo.
Su materia prima son los bienes y valores materiales y espirituales creados por los grupos humanos que aborda metódicamente.
En Venezuela su campo de trabajo ha sido el de una sociedad tradicional que pasó a la de masas hasta la actual cosmopolita.
Su desafío mayor es el de la creatividad, innovación y exploración en un mundo globalizado donde se acentúa la transculturación que nos deja la posmodernidad con el predominio de lo audiovisual.
Pocos oficiantes
Son pocos los elegidos y convocados de acuerdo con Mariano Picón Salas, quien en sus clases en la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV, clasificaba a sus alumnos en dos tipos: los que estudian para cumplir con el requisito de graduarse y los que se dedican a la investigación, siendo exiguos los interesados.
En ello inciden la inexistencia de vocación y condiciones para la investigación más la prisa con que realizan el trabajo por hacerse con el título. Entre esos privilegiados mencionaba al barquisimetano Manuel Caballero, galardonado con el Premio Nacional de Historia.
Los cronistas
Otra referencia la tenemos en los tradicionales cronistas con alto sentido de la historia sin por ello ser necesariamente historiadores profesionales, pero que desde su posición autodidacta han hecho invaluables aportes a las diversas disciplinas del saber humano, sobre todo la cultura e historia. Pretender cuestionarlos por presuntas deficiencias en sus trabajos a causa de falta rigurosidad científica o metodológica es rayar en el sectarismo dogmático y la ausencia de objetividad.
Los cronistas de la vieja guardia como: Eligio Macías Mujica, Estebán Rivas Marchena, Herman Garmendia, Luis Oropeza Vásquez, Fulgencio Orellana, Ramón Querales, Hugo Lara Espinoza y Chío Zubillaga Perera, trabajaron con las uñas por las limitaciones que les impuso el medio donde se desenvolvieron.
Pero dejaron una loable obra escrita que no podemos obviar. Bajo ninguna circunstancia se les puede calificar de cuenteros de esquina. Eran verdaderos cronistas respaldados por una sólida obra y no el parasitario cobrador de quince y último del mes sin ninguna contribución.
Herramientas teóricas
Existe una relación y afinidad entre ésta y otras materias como: Teoría de sistemas, Redacción de proyectos culturales, Técnicas y métodos para la acción cultural y Análisis de coyuntura que señalan el sendero correcto a seguir en este campo del saber.
De esa forma, la investigación cultural brinda un amplio espacio de trabajo que comprende desde lo específico a lo general. Así pasamos por la práctica de la microhistoria con temas vírgenes de algunas comunidades con sus actores como: los bodegueros y personajes populares, entre otros, junto con valores espirituales de las creencias, tradiciones, instituciones y sucesos históricos menudos más la arquitectura.
Alentadora experiencia
Nuestros estudios en el Centro Latinoamericano y del Caribe para el Desarrollo Cultural (CLACDEC), nos aportaron las valiosas herramientas de la teoría con su metodología y técnicas, las cuales facilitan orientarse mejor en el camino de lo investigado.
Confesamos que una materia como Metodología de la investigación al comienzo nos pareció pesada y complicada para luego tomarle el gusto, sumando más de 70 horas académicas, tras seguir estudios en otras instituciones educativas.
Resulta fascinante involucrarse en una labor de esta índole intelectual para cazar o confirmar un dato y levantar una historia (discurso) a partir de un retazo que nos lleva a un todo mediante la consulta de diversas fuentes. Porque una investigación se construye con retazos para llegar a un todo coherente.
Una actividad relegada
Lamentablemente en nuestro país ésta es un área del saber subestimada siendo escaso el presupuesto asignado por el estado para su desarrollo. Según el Boletín BC Digital el mismo es apenas de 153 millones de bolívares de lo destinado a las universidades.
Por lo que desde el año 2009 la investigación, incluyendo la cultural, en Venezuela está cayendo. Es así como nos hemos quedado a la cola de Colombia y Ecuador, cuando una de las formas de alcanzar el desarrollo de un país es a través de la investigación.
Para el sistema cultural del país es prioritaria la planificación, administración, promoción y evaluación más no la investigación. El reto consiste en asumirla como una inversión para superar el subdesarrollo. De lo contrario, la investigación cultural seguirá siendo una actividad marginal obra de elementos solitarios y voluntaristas.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: @freddytorreal11