Los partidos que han conformado el G-4, que pensábamos iban a enseriarse con las demás organizaciones políticas para lograr la unidad monolítica frente al régimen, están manipulando a la población, mayoritariamente opositora del país, con las supuestas elecciones primarias.
La declaración fue hecha por Juan Barragán, de la dirección regional de Alianza Bravo Pueblo, al señalar que abiertamente la manipulación se está haciendo con el lanzamiento de candidatos propuestos por los “cogollos” y no por las bases.
No han ido a procesos internos, como debieron hacer, para que cada partido, región por región, lance los nombres de sus dirigentes y luego escoger entre ellos a quien pueda representar, nacionalmente, al candidato que va a enfrentar a los otros aspirantes opositores.
Pero, como no consultan a las bases y a la propia población, de la noche a la mañana, han surgido los nombres de unos presuntos dirigentes, que apenas son conocidos en los círculos internos de sus partidos, pero no se sabe qué han hecho para haber sido escogidos como abanderados de una organización política y si de verdad están preparado para asumir una responsabilidad de la magnitud que significa presidir una nación en crisis.
Al mismo tiempo, hay otros candidatos que son conocidos, pero que no tienen respaldo sino en las direcciones de sus partidos, ya que tapoco en la calle gozan de apoyo popular.
Así los movimientos y organizaciones políticas le están haciendo el juego al régimen, ya que precisamente éste quiere que haya una dispersión en la oposición para aprovechar esa debilidad, ya que el candidato que lance el partido oficialista, que debe ser Nicolás Maduro, tendrá la mayor oportunidad por razones ampliamente conocidas y puestas en prácticas en procesos electorales anteriores: dispone de los recursos de todo tipo que tiene el Estado (desde vehículos y medios de comunicación para promocionar candidaturas oficialistas hasta compra de conciencia de gente necesitada y no necesitada como los famosos alacranes) y del ventajismo de contar con un Consejo Supremo Electoral, cuyos rectores mayoritariamente los controla; un Tribunal Supremo de Justicia, que no vacila un instante en aprobar las solicitudes que se hagan contra la oposición como ocurrió cuando Adolfo Ramón Superlano pidió la anulación del triunfo de Freddy Superlano en Barinas, la misma receta que se había dado al quedar fuera de la Asamblea Nacional los tres diputados de Amazonas; un Plan República que se ocupa de transportar o no las actas de los comicios de acuerdo al mandato del régimen, entre otras maniobras para no utilizar una palabra que bien conoce el común de los venezolanos.
Sé que no gusta lo que estoy diciendo, pero no me cansaré de repetirlo: Si no se enserian los dirigentes, como debe ser, llamando a la participación de todas las organizaciones políticas, sin distingo alguno, y a la gente a escoger al candidato unitario, todo estará perdido, porque si el régimen ve la posibilidad de eadelantar las elecciones, porque es capaz de hacerlo en cualquier momento, va a encontrar peleando a la oposición y después vendrá la lloradera, comentó Barragán. De modo, pues, que así como la gente mayoritariamente está rechazando a Maduro, está rechazando a la oposición porque ha cometido muchos errores.
No se supo aprovechar la aplastante victoria del 2.015 porque la misma no era para hacer un escándalo retirando los retratos del ya muerto Hugo Chávez de la Asamblea Nacional y amenazar con sacar a Maduro en seis meses, como corcho de limonada, porque no fue más que una escena de un teatro malo para engañar a la mayoría de los venezolanos que habíamos votado por un parlamento democrático.
Claro está que Henry Ramos Allup le estaba haciendo el juego al régimen, como posteriormente lo reconocería Diosdado Cabello, quien se llenaba la boca diciendo que ese diputado sí era un presidente de la Asamblea Nacional.
Y como el viejo dirigente de AD, otros se prestaron al juego a sabiendas que el ocupante de Miraflores no podía ser sacado tan fácilmente porque ya había secuestrado, como lo había hecho Chávez, todos los poderes. Le dieron la oportunidad de eliminar a los diputados de Amazonas y éstos nunca pudieron representar a su estado, porque ni siquiera fueron repetidas las elecciones para que esa entidad pudiera ser representada.
Después vino una cadena de desaciertos, como el de estar esperando una solución de afuera y de hacer marchas, además de otras actividades sin sentido, que no tuvieron resultados. Y por último el escándalo de Monómeros, que ha dejado al G-4 como una banda promotora de corrupción e irregularidades.
Esa misma banda que ha sido manipuladora pienso que en los momentos está orientada hacia el llamado consenso, que no reflejará la opinión de la mayoría, pero que será muy beneficioso para el régimen porque no habrá la unidad que se ha venido esperando y el candidato consensual será otra burla más para el pueblo que sufre todas las adversidades y por eso miles de personas siguen huyendo del país, incluso desafiando la muerte por el tapón de Darien, porque prefieren morir atacados por fieras y delincuentes que seguir pasando trabajos en Venezuela, terminó sus declaraciones Barragán.