No se pueden acabar las colas de vehículos en las inmediaciones de las estaciones de servicio tanto en Lara como en el resto del país, porque es muy poca la gasolina que se está produciendo en Paraguaná, donde están ubicadas las más grandes refinerías del mundo, pero, prácticamente, se encuentran trabajando al más bajo nivel.
La refinería de Amuay tiene capacidad para producir 635 mil barriles diarios de combustibles y la de Cardón, 305 mil; pero, la primera está inoperativa y la segunda, apenas funciona en su quinta parte debido a problemas que no han podido ser corregidos totalmente, según informaciones extraoficiales que no han podido ser comprobadas por la opacidad del gobierno en dar a conocer la realidad del problema.
Las colas se hacen durante muchas horas a la espera de que lleguen los camiones cisternas, pero una vez que éstos despachan a las estaciones de servicio, se acaban rápidamente porque es muy poca la cantidad suministrada, declaró a El Impulso, la señora Azalea Colmenares, secretaria general del Sindicato de Expendedores de Estaciones de Servicio.
Ya se ha hecho una costumbre que un cisterna divida su carga de 36 mil litros en tres bombas de gasolina, añadió. Y casi toda ésta es vendida en dólares, porque para la subsidiada apenas existen tres puntos: Terminal de Pasajeros, la Sindical y Pata e´Palo o Gil Fortoul en la avenida Libertador. Todas ellas quedaron en manos del gobierno cuando ejercía la gobernación la señora Carmen Meléndez.
Cabe señalar, dijo, que en las estaciones de gasolina subsidiada no despachan a los vehículos la cantidad estipulada, de 120 litros por unidad, sino que generalmente les suministran 80 litros. Del resto no se sabe nada.
Lo que sí se sabe es que los conductores que acuden a ese tipo de estación de servicio tienen que pagar (no dar) propinas para hacer las colas y tanquear como se dice cuando reciben el combustible.
Como ya el dólar se colocó en siete bolívares porque casi nadie respeta el precio estipulado por el Banco Central de Venezuela, entonces, la gasolina también ahora es mucho más costosas, comentó la señora Colmenares.
Y, por supuesto, está mermando el número de unidades del transporte que se cubre en las rutas de la ciudad, porque los colectivos están recibiendo apenas 50 litros por unidad, que no alcanza para realizar los trayectos completos.
Tal como están las cosas, la gasolina no sólo sube de precio y escasea en forma considerable, sino que se ha convertido en un problema porque es el combustible que moviliza a todo el país, expresó la dirigente sindical.
