Siguió el consejo que le dio Eugenio Mendoza cuando, como Miss Zulia, ganó el concurso de Miss Venezuela en 1949: Haz de tu belleza algo útil. Tenía 17 años. Un certamen más que todo social. En 1952 se estableció el anual, que la capacidad gerencial de Osmel Sousa elevó a gran brillo y triunfos universales. Justamente este 2022 se están celebrando 70 años de ese nacimiento. Antes del concurso de belleza que ganó Myriam Cupello, había habido uno en 1936 donde triunfó como Miss Caracas, Olga Salvatti Vizcarrondo y representó a Venezuela, a finales de ese mismo año, en el Miss Caribe, que se convocó en San José de Costa Rica. Tuve el privilegio de estar con mi familia, en el Teatro Nacional de San José, la noche en que ganó y coronaron como Miss Caribe a la hermosa venezolana. Cuánta emoción y orgullo. Nota de alegría y refrigerio en nuestra vida de exiliados.
Myriam Cupello Menda tuvo también la oportunidad de representar a Venezuela en una justa internacional, con bellezas latinoamericanas, que se celebró en Lima y ganó Miss Perú. Allí Myriam conoció al torero Luis Miguel Dominguín, quien más tarde, como aparecerá más adelante, dio su contribución a los afanes benéficos de la popular Miss Venezuela, que siguió el consejo de don Eugenio. Sí, Myriam fue muy popular, porque estuvo como Miss Venezuela durante 3 años, hasta que apareció el nuevo concurso. Llegaba a lugares públicos y era muy ovacionada. Recuerdo una de esas tremendas ovaciones cuando, ya novia de mi hermano Antonio, entró a presenciar una corrida de toros en la Maestranza de Maracay. Antonio Álamo Bartolomé, tímido por naturaleza, no hallaba dónde esconderse, ¡no sé cómo se le ocurrió enamorarse de una miss!
El P. Alfonso Alfonzo Vaz había fundado la Ciudad de los Muchachos, allí se daba albergue, atención y formación a niños de la calle. A esa loable e
inmensa labor se sumó Myriam entusiasmada. Con su prestigio, belleza y simpatía logró muchas contribuciones particulares. Una noche estando ya casada con Antonio y a sabiendas que Dominguín estaba en Caracas, cenando en casa de un ministro, logró una cita con éste allí mismo. Me pidió que la acompañara. Iba a pedirle al torero la participación en un festival taurino a beneficio de la Ciudad de los Muchachos. No se pudo concretar el festival, pero Luis Miguel estuvo dispuesto a asistir a un baile en un club, donde para bailar con él, las damas compraban un ticket. Fue un éxito benéfico y una divertida función social.
El espíritu caritativo de Myriam no se contentó sólo con ayudar a instituciones benéficas, ejercía la caridad privada, dando ayuda y atención a personas, como al periodista Arístides Bastidas, de quien fue muy amiga y asistió en su larga y dolorosa enfermedad, no sólo proporcionándole una silla de ruedas, sino que lo acompañó hasta su muerte y le buscó ayuda espiritual. Escribió sobre él su libro Arístides Bastidas: el Triunfo del Espíritu.
Myriam Cupello fue una gran viajera. Prácticamente conoció al mundo entero y estuvo en lugares exóticos donde casi nadie va. En una isla de Indonesia, el jefe de una antigua tribu caníbal quiso hacerla su esposa -una más- comprándola por unas piaras de cerdos; ella declinó la oferta porque ya no podía darle hijos y se sacudió al tipo ofreciéndole tal vez a su hija ausente en Venezuela. En un país árabe entró disfrazada de hombre, dadas las medidas absurdas contra las mujeres. Y en China, en la época de Chu En Lai, logró que la invitara a entrar y como invitada oficial, cuando aparecía en espectáculos públicos, la aplaudían. De visita a un pequeño reino de lndia, Myriam se parecía tanto a la marahaní del lugar, que ésta la invitó a la boda de se hija y le envió como transporte un elefante ¡Y cuántas otras aventuras de tantos de sus viajes! De estas experiencias y otras investigaciones de su interés, escribió varios libros que fueron publicados por organismos oficiales, entre otros, Los Árabes, Judíos e Iraníes, Los diluvios, Hijos de la Selva, Salvatore El Inmigrante, Antonio Álamo y su época, ya cuando él padecía de Alzheimer, en éste, de interés histórico, recoge toda la participación de Antonio en la caída de Pérez Jiménez.
A los 90 años, Myriam hizo su último viaje hacia la luz eterna el 14 de agosto de 2022.
Alicia Álamo Bartolomé