La invasión rusa a Ucrania, que esta semana cumple seis meses, ha matado ya a unos 9.000 soldados ucranianos, declaró un funcionario militar, mientras los combates de este lunes no muestran indicios de que la guerra esté terminando.
En un acto con veteranos de guerra, el general ucraniano Valerii Zaluzhnyi dijo que hay que cuidar a los hijos de los ucranianos porque “sus padres fueron al frente y, tal vez, sean uno de esos casi 9.000 héroes que murieron”.
En Nikopol, al otro lado del río que la separa de la principal planta de energía nuclear de Ucrania, las tropas rusas cañonearon el lunes la zona, hiriendo a cuatro personas, informó un funcionario.
La ciudad a orillas del río Dniéper ha sufrido golpes implacables desde el 12 de julio que han dañado unos 850 inmuebles y han hecho huir a aproximadamente la mitad de su población de 100.000 habitantes.
La ONU dice que 5.587 civiles han muerto y que 7.890 han resultado heridos desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, aunque la cifra probablemente sea conservadora.
“Odio a los rusos”, expresó Liudmyla Shyshkina, de 74 años, mientras estaba de pie en el borde de su apartamento destruido en el cuarto piso de un edificio en Nikopol que ya no tenía paredes. Todavía está herida por la explosión del 10 de agosto que mató a su marido, Anatoliy, de 81 años de edad.
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“La Segunda Guerra Mundial no se llevó a mi padre, pero el mundo ruso sí”, afirmó Pavlo Shyshkin, su hijo.
Nikopol, a unos 10 kilómetros (seis millas) río abajo de la planta nuclear de Zaporiyia, fue atacada tres veces durante la noche con cohetes y proyectiles de mortero. Los proyectiles cayeron sobre casas, un jardín de infantes, una estación de autobuses y tiendas, informó el gobernador Valentyn Reznichenko. La prensa ucraniana reportó que hubo cuatro personas heridas.
El ataque ruso ocurrió a pesar de que el presidente estadounidense, Joe Biden, y sus colegas de Francia, Alemania y Gran Bretaña enfatizaron el domingo la necesidad de que Rusia evite operaciones militares en la región para prevenir la posibilidad de un accidente nuclear potencialmente devastador. Pidieron que se permita a la agencia de energía atómica de la ONU visitar las instalaciones lo antes posible.
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Rusia solicitó que el Consejo de Seguridad de la ONU sostenga el martes una reunión urgente para analizar la situación en torno a la planta nuclear de Zaporiyia.
Vladimir Rogov, un funcionario de las autoridades instaladas por Rusia en la zona de Zaporiyia, dijo el lunes que debido al cañoneo se redujo el personal en la planta nuclear y que solo queda personal mínimo para mantener su operación.