De este pato resaltan su pico y patas de color rosado intenso. El cuello largo; la cabeza color marrón grisáceo y un anillo ocular blanco. El plumaje que tiene debajo de la cola es estriado en blanco y negro.
No posee dimorfismo sexual, macho y hembra son similares a simple vista, por lo que es difícil distinguirlos solo con verlos.
Es gregario, puede ser observado en parejas o en grupos mixtos con otros patos y aves. Al reunirse pueden destacar por ser una bandada muy numerosa en la que se ayudan mientras descansan o se alimentan.
Habita en lagunas, pantanos, márgenes de ríos, campos hundidos y manglares. Se posa en árboles, cerca de vegetación acuática.
Cuando quiere comer puede nadar y se sumergirse parcialmente en búsqueda de invertebrados y semillas.
Su alimentación se basa en gran parte en materia vegetal, aprovecha cultivos como los arrozales.
Por lo general su nido es construido pastos altos en forma de recipiente, aunque también puede hacerlo en las ramas bajas de arbustos y hasta se han visto entre troncos de árboles huecos.
De todos los patos, el Güirirí presenta una actividad más migratoria, moviéndose según las estaciones de la zona donde se encuentra, áreas en las que, por lo general, no reside de manera prolongada.
Sus actividades no cesan durante la noche, por lo que es muy común escucharlo en grandes grupos con su particular sonido “güirirí…güirirí…güirirí”.