Desde tiempos ancestrales el Valle del Turbio ha sido asiento del cultivo de la caña, ingrediente imprescindible para la elaboración del papelón y azúcar. La tecnificación y modernización de ese proceso llegó a principios del siglo XX.
En 1920 los hermanos Yépez Gil adquieren un trapiche por los lados de Cabudare y allí instalan el «Central Las Mercedes» con maquinaria para hacer papelón, cuya capacidad de molienda era de 20 toneladas de caña en 12 horas.
En 1928 el lugar cambia su denominación a Central Tarabana, los hermanos Yépez Gil adquieren maquinaria más moderna y con mayor capacidad. Los nuevos equipos llegaron a Barquisimeto a bordo del Ferrocarril Bolívar.
La producción aumenta y la caña se arrimaba en carretones tirados por bestias. Los hermanos Yépez Gil se convirtieron en los principales productores de azúcar, su central fue el primer bastión mecanizado en la producción de azúcar.
La familia Yépez Gil contribuyó al auge económico de Barquisimeto, tanto así, que en 1945 El Impulso rendía homejane póstumo a José A. Yépez, uno de los fundadores del ingenio azucarero pionero en la región.