En el contexto del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, se llevó a cabo en horas de la mañana de este viernes 19 de agosto una actividad para conocer el contexto actual de la Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela.
Durante el conversatorio, organizado por diversas organizaciones civiles, titulado «¿Es necesaria hoy la Acción Humanitaria en Venezuela?, se abordaron las necesidades humanitarias, los avances y principales retos, así como el valor, las restricciones y amenazas del trabajo humanitario en el país.
En la actividad realizada vía Zoom, participó Susana Raffalli Arismendi, nutricionista, e integrante de Caritas de Venezuela, quien aseguró que 1.800.000 niños se encuentran en situación de sub-nutrición.
La especialista hizo énfasis en que la situación de inseguridad alimentaria familiar es todavía consistente con una crisis humanitaria «incontestable».
«Estas cifras reflejan la situación de las poblaciones más pobres del país, porque es ahí donde está el trabajo humanitario que hay que hacer, no estamos reflejando la situación en la zona rosa de Caracas», dijo.
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«Quiero también ser responsable en mencionar que en términos de la escala de problemas, esta no es la misma escala en términos de la cantidad de niños y mujeres afectadas que vimos y registramos en el año 2017, es un poquito menor en términos del tamaño de la emergencia y la cantidad de población afectada», agregó Raffalli Arismendi.
Sin embargo, destacó que la complejidad del problema ha aumentado «muchísimo». «Son familias que vienen victimas de problemas de prostitución, involucradas en actividades ilegales, presas de redes de tráfico humano, para afrontar la situación que todavía no mejora para ellas», aseveró.
Por su parte, Katherine Martínez, abogada y directora de Prepara Familia, se pronunció sobre el derecho a la alimentación de los niños hospitalizados y sus familiares en Venezuela.
«Es una población que está muy vulnerada, estamos hablando también de las mujeres, porque estas mujeres que están realizando estas labores de cuidados y que tienen que dejar todo para venirse también reciben este impacto de la emergencia humanitaria compleja en sus vidas, porque no tienen garantizado el suministro de alimentación y no cuentan con ningún tipo de apoyo, pensión ni bonificación», puntualizó.
Cabe resaltar que en el conversatorio, moderado por la coordinadora de la organización ciudadana Laboratorio de Paz, Lexys Rendón, también estuvieron presentes Jo D´Elia, sociólogo y director de Civilis, el director Humanitario ConviteAC Javier Manrique y la activista de derechos humanos, Diannet Blanco.