Ante la posibilidad de que al cabo de cinco años nos quedemos sin agua, ya que la represa Dos Cerritos está colapsada porque el Río Tocuyo, que es su principal surtidor de agua no está dando la suficiente cantidad que se requiere para abastecer los municipios Morán, Jiménez y buena parte de Iribarren, la señora Lisbeth Uribe ha tenido la iniciativa de despertar la conciencia colectiva para hacer entender la magnitud de la situación que se avecina y procurar que sean los propios ciudadanos que hagan lo que pueden hacer para preservar el vital líquido.
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A tal efecto declara a El Impulso que como productora en el municipio Jiménez ha llevado su preocupación a profesionales que están activos y no son funcionarios de los ministerios que podrían contribuir con sus conocimientos a cristalizar la idea.
Ellos conocen a profundidad la situación y pueden aportar sus experiencias para enfrentar el problema, que si de verdad constituye una amenaza del fin de la vida útil de la represa, sería muy grave para todos, sin excepción, manifiesta.
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Su proyecto específicamente está dirigido a la reforestación de la cuenca del río Tocuyo, pero para ello se requiere la cooperación de especialistas en la materia, algunos de los cuales trabajaron en organismos relacionados con el ambiente y residen en el estado Lara, subrayó.
Soy de los Humocaros, conozco el río y sé cómo ha mermado su caudal en el curso de los últimos años, manifestó. Es por ello que me he acercado a Imparques, hablé con el señor Francisco Lau y luego se hizo una convocatoria que dieron inicio a varias reuniones con personas que han mostrado su interés en participar en el proyecto.
Acerca del particular dio a conocer que algunas organizaciones de la sociedad civil también se han sumado a la iniciativa y están dispuestas a participar activamente para lograr el financiamiento, dentro del país o fuera.
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En principio se ha pensado en acudir a los organismos públicos del Estado venezolano, porque un programa de reforestación requiere de grandes recursos económicos.
Debemos comenzar a gestionar esos recursos porque la necesidad es la de todos nosotros, los habitantes de Lara, ya que nos preocupa que la represa Dos Cerritos agote su vida útil en corto tiempo.
Como pequeña productora en el valle de Quibor, explicó, siempre estamos con escasez de agua para los cultivos, lo que nos lleva al robo del agua y, por supuesto, eso ocasiona dificultades a mucha gente.
No hay agua suficiente porque el río Tocuyo ha mermado considerablemente y, por otra parte, no hay una alternativa de agua sin tratamiento, que debiera ser así para las zonas agrícolas.
En ese punto se presenta la disyuntiva acerca de qué es más importante: ¿El agua para beber y, en general, el agua para uso doméstico o el agua para producir en la agricultura?
Esa interrogante ha quedado planteada porque hasta ahora el Estado no ha tenido una política de uso y preservación del agua, a fin de que haya un agua no tratada, que no sea tan costosa, para la actividad agrícola.
El asunto ha cobrado actualidad porque el gobernador del estado Lara anunció que una vez arregladas las bombas del sistema de distribución de agua proveniente de Dos Cerritos, habría racionamiento en el valle de Quíbor, comentó. ¿Cuál es la solución a este problema?, nos preguntamos y por eso decidimos ir a hablar con los funcionarios de Imparques y ver qué es lo que está sucediendo en la cuenca, qué es lo que no se está respetando y qué se puede hacer.
Porque allá, en la parte alta, hay un parque nacional, el de Dinira, que ocupa 45.328 hectáreas y además de ser la principal naciente del río Tocuyo, alimenta otras fuentes de agua; pero, carece de guardaparques y, por supuesto, no hay quien se ocupe de impedir el mal uso de la tierra en esa zona.
Consideramos que el proyecto de reforestación no sólo sea el de sembrar árboles, sino de lograr restituir la fauna y la flora, así de todo lo que se ha perdido en esa región que corresponde a Lara, Portuguesa y Trujillo. Y, desde luego, recuperar el Río Tocuyo.
La señora Uribe dijo que desde abril ha venido trabajando en ese proyecto y ya se han dirigido a diversos organismos nacionales, así como gobernaciones y alcaldías, para interesarlos en resolver el problema porque si de verdad tiene poca vida útil la represa Dos Cerritos se nos viene encima una enorme calamidad a todas las personas que necesitan el agua que se almacena y procesa en este importante embalse.
