En la XXIX Asamblea Anual de Fedecámaras, que se efectuó del 7 al 12 de mayo de 1973, surgió el planteamiento que ya un año antes había hecho uno de sus principales dirigentes, el doctor Carlos Pietri Martínez, acerca de la necesidad de preservar el recurso hídrico en el país.
En esa ocasión, el delegado por el entonces Distrito Federal y el estado Miranda, advirtió: Primero desaparecerá el agua que el petróleo en Venezuela.
El problema del agua –dijo- está estrechamente vinculado con el de la conservación de los Recursos Naturales Renovables, así como también con los problemas ecológicos causados por las alteraciones del medio físico. La polución, la tala indiscriminada de los bosques, las quemas y otros fenómenos que se están registrando a todo lo largo y ancho del país, han configurado una situación grave, que debe ser estudiada y controlada a tiempo.
Con gran preocupación y tristeza –añadió- observamos cómo desaparecen ríos y bosques y, consecuencialmente, cada día se hace más crítica la escasez de agua, que no afecta sólo al desarrollo industrial, sino también a la población, planteando difíciles soluciones a nivel técnico y a un elevado costo.
En esa oportunidad, por primera vez, la Guardia Nacional presentó en la Asamblea de Fedecámaras, un informe acerca de sus labores en el campo de los recursos naturales renovables.