La agricultura en Venezuela tiene una participación mucho menor en la economía que en cualquier otro país latinoamericano. Después del descubrimiento de petróleo en Venezuela a principios del siglo XX hasta la década de 1940, la agricultura decayó rápidamente, y con el comienzo del desarrollo industrial a gran escala en la década de 1940, los sucesivos gobiernos descuidaron en gran medida la agricultura, aunque la reforma agraria de 1960 hizo que 200.000 familias recibieran tierras.
La agricultura en Venezuela representa aproximadamente el 3% del PIB, el 10% de la fuerza laboral y al menos una cuarta parte de la superficie terrestre de Venezuela.
Venezuela importa la mayor parte de sus alimentos…
Mientras, presuntamente, se entregan 1.000.000 de hectáreas a un Estado extranjero.
¿Latifundio?
Antes de la década de 1950 y el inicio de las exportaciones de petróleo a gran escala, la agricultura, la pesca y la silvicultura eran fundamentales para la economía venezolana y producían más de la mitad del producto interno bruto (PIB). Todavía en la década de 1930, la agricultura todavía proporcionaba el 22% del PIB y empleaba al 60% de la fuerza laboral. Sin embargo, a medida que la industria petroquímica se expandió en las décadas de 1970 y 1980, la proporción de la fuerza laboral en la agricultura se redujo de una quinta parte a aproximadamente una décima parte. Para 1988, la agricultura aportaba sólo el 5,9% del PIB, empleaba el 13% de la mano de obra… ¡La agricultura ha seguido cayendo!
Franklin José Brito Rodríguez (5-9-1960 / 30-8-2010).
¿Icono de un desastre?
Franklin Brito fue un productor agrícola y biólogo venezolano que ganó prominencia nacional e internacional por una disputa de propiedad de tierras con el Instituto Nacional de Tierras INTI del gobierno venezolano, que alentó y permitió a algunas personas invadir y apoderarse de gran parte de su tierra. Llevó a cabo una serie de impugnaciones legales y protestas públicas desde 2004. Las protestas de Brito culminaron con su muerte a causa de una huelga de hambre.
Se dice que, en 2002 Brito presentó un proyecto a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) para combatir una enfermedad que afectaba a los cultivos de ñame en el municipio Sucre, estado Bolívar. Sin embargo, presuntamente, su propuesta entró en conflicto con otra adoptada por a la alcaldía de Sucre. Brito también alertó a la CVG sobre la supuesta existencia de un riesgo de malversación de los fondos en caso de que se aceptara la otra propuesta. Finalmente, el proyecto de Alcaldía de Sucre fue rechazado, pero poco después Brito perdió su cargo en el Instituto Agropecuario de la Alcaldía de Sucre. También lo despidieron de su trabajo como profesor de secundaria y a su esposa de su trabajo como maestra en una escuela pública. En ambos casos, los Brito denunciaron que no les pagaron las prestaciones de longevidad y cesantía.
Desde marzo de 2003, Brito afirmó que algunos títulos de propiedad de tierras otorgados a vecinos se superponían con partes de su finca.
Según Brito, su disputa comenzó cuando una parte de su finca de 716 acres (290 Ha. aproximadamente) en el estado Bolívar, fue tomada por personas autorizadas por el INTI.
Al respecto, el Tribunal Supremo de Justicia rechazó una demanda de Brito, en marzo de 2007. Sin embargo, ordenó expresamente al INTI que restableciera el acceso a las tierras de Brito dejando sin efecto aquellos títulos otorgados por el INTI.
Después de que Brito perdiera parte de su finca, llevó a cabo una serie de protestas públicas para recaudar apoyo público para su causa, incluidas un total de seis huelgas de hambre. Su primera huelga de hambre tuvo lugar el 24-11-de 2004. En 2005, Brito se amputó el dedo frente a las cámaras de televisión después de que el tribunal fallara en su contra. En 2006 se declaró inadmisible una apelación ante un tribunal superior. Siguió una segunda huelga de hambre. En 2007, el Tribunal Supremo de Justicia rechazó su caso. El gobierno tenía la costumbre de incumplir sus promesas después de que terminó sus huelgas de hambre.
Brito rechazó un acuerdo del gobierno de otorgarle $230,000 con el argumento de que creía que podría ser ilegal y potencialmente conducir a su encarcelamiento por corrupción.
En julio de 2009 inició una protesta frente al edificio de la Organización de Estados Americanos en Venezuela, que duró hasta diciembre de 2009, cuando el INTI revocó los títulos de propiedad en disputa, por razones humanitarias debido a las continuas huelgas de hambre de Brito. Sin embargo, Brito rechazó esto por no ser legal y comenzó otra protesta frente al edificio de la OEA, lo que llevó a la OEA a ofrecer una mediación.
En enero de 2010, el Fiscal General de Venezuela solicitó a un tribunal que trasladaran a Brito a un hospital. Brito habría estado recluido en el hospital “contra su voluntad, prácticamente incomunicado”.
El gobierno afirmó que la hospitalización fue para su propia protección
Brito murió, a los 49 años, en el hospital la noche del 30 de agosto. Su familia dijo que Brito se había convertido en…
“Símbolo y abanderado…
de todos aquellos que han sido pisoteados por el poder y la soberbia”.
Fuente: Wikipedia.
Supongo que es propicio recordar a Franklin Brito, ahora cuando se pretende crear una sensación de recuperación y bonanza económica que comienza con la producción agropecuaria.
Son muchos las familias que como a éste mártir, le han conculcado, expropiado, confiscado, invadido, saqueado, hurtado, robado, secuestrado y/o destruido sus bienes, en violación fragrante de sus Derechos Humanos y lo que es peor, lo siguen haciendo y, más allá, destruyendo ecosistemas de alta fragilidad, preservadores del agua y el oxígeno indispensables para la vida, violando, también en flagrancia, a la Constitución Nacional, las leyes, reglamentos y decretos que protegen al ambiente y los recursos naturales, la flora y fauna, que en algunos casos está en peligro de extinción.
Maximiliano Pérez Apóstol