La historia del joven venezolano Miguel Abreu con su mascota Beckys, es una de esas que vale la pena contar y conocer. Además, en ella se confirma que el perro es el mejor amigo del hombre.
Miguel es uno de esos tantos jóvenes venezolanos que decidió migrar del país para buscar un mejor futuro en otras fronteras. Después de haber recorrido tres países, llegó a Chile en el año 2019, y allí, encontró ese amor canino que le cambiaría la vida.
Según relató Miguel a través de sus redes sociales, un día estaba caminando en una calle de Viña del Mar, cuando escuchó un sonido que llamó su atención. Cuando decidió revisar de qué se trataba, encontró a la perrita Beckys sola y desamparada, pero desde ese momento, sintió una conexión especial con la canina, es por eso que se la llevó a su casa y a partir de entonces, prometió que no se separaría de ella.
Luego de un tiempo, Miguel decidió emprender una nueva aventura migratoria, ya que tenía entre ceja y ceja llegar a Estados Unidos para generar más recursos económicos y apoyar a su familia que aún está en Venezuela. Sin embargo, la travesía para conquistar el llamado «sueño americano» incluía atravesar la Selva del Darién.
Pese a saber las dificultades que se presentan en este paso fronterizo, Miguel aferrado a su promesa, recorrió la Selva del Darién cargando a su compañera Beckys. De hecho, a través de sus redes sociales documentó varios momentos de su aventura de ilusión y fidelidad.
Cuando todo parecía en orden, Miguel y Beckys tuvieron que separarse en México, ya que en la frontera estadounidense no permiten el paso de animales. Pero Miguel ideó un plan para estar junto a su compañera en tierras estadounidenses: le pagó un pasaje a Beckys para que volara en avión y lo esperara del otro lado de la frontera.
Y así fue, con la ayuda de un grupo de personas, Miguel envió a Beckys hacia Estados Unidos, mientras que él terminó de recorrer el paso fronterizo, y al cabo de unos días, se consolidó aquel anhelado y trabajado encuentro, donde el esfuerzo y la fidelidad nunca desmayaron.
Ahora, después de recorrer más de 8.400 kilómetros de distancia y tardar alrededor de 6 meses para estar juntos en Estados Unidos, Miguel y Beckys están listos para iniciar una nueva aventura, en la cual, no cabe duda que la seguirán protagonizando juntos.