En el Fuerte Terepaima, del estado Lara, tendrán lugar los conocidos juegos olímpicos de guerra, organizados por Rusia, desde el 13 al 17 de este mes; pero, hasta el momento, el Ejecutivo Nacional no ha ofrecido una información precisa sobre esta actividad, que por vez primera se realizará en Latinoamérica.
Se sabe que desde el sábado 9 de agosto han estado llegando delegaciones al aeropuerto Jacinto Lara, de Barquisimeto, pero el gobernador Adolfo Pereira, a través de su Twitter, no ha dado detalles más allá del anuncio del arribo de delegados.
La doctora Rocío San Miguel, al hablar con El Impulso, acerca de los denominados Army Games 2022 dijo que, extraoficialmente, se tiene conocimiento de que este año la participación será de 275 equipos de 37 países, en diferentes modalidades, en varias partes del mundo.
En Venezuela se ha escogido la modalidad de francotiradores en el Fuerte Terepaima, pero es muy escasa la información aportada por personeros del gobierno nacional, comentó la especialista en materia castrense.
En su opinión hay que evaluar varios aspectos, el primero de los cuales es el geopolítico, ya que habrá la presencia de efectivos que no pertenecen a la región, motivo por el cual tendrá la atención de las agencias de inteligencia de países fronterizos y, por supuesto, de los Estados Unidos.
En especial se trata de la asistencia de militares de países sancionados por los Estados Unidos, como son Rusia, Bielorrusia, Irán y, desde luego, Venezuela.
Haber sido escogida Venezuela para una competencia de este tipo, naturalmente, fortalece el orgullo de la fuerza armada nacional.
Esta es una oportunidad en que los competidores se miden, muestran su apresto operacional, intercambian experiencias, lo que viene siendo la parte positiva de esta puesta en escena.
Lo que no se le ha informado al país es el costo de esta actividad para el país, resaltó. Se calcula la presencia de más de 200 efectivos militares de los doce países que han confirmado su participación, en un momento en que Venezuela enfrenta serias restricciones económicas.
Al momento ya están aquí las delegaciones rusa, china, iraní, bielorrusa, uzbeka, myanmar, abjasia y boliviana.
Esta presencia militar molesta a algunos países de la región, sobre todo porque se trata en gran medida de representaciones muy distantes de Latinoamérica y son vistas con mucha cautela.
No todos los efectivos que vienen son competidores, sino que dentro de las delegaciones también son incluidos funcionarios de inteligencia.
Su organización requiere de mucho tiempo y de una organización que lleva por lo menos un año por parte de Rusia y Venezuela, expresó. Coincide en un momento en que Nicolás Maduro trata de establecer diálogos con Estados Unidos. Es una nota discordante, pero ya el país está acostumbrado a esas variables de relacionarse con la potencia del norte y actividades que enturbian los mecanismos de diálogo.
No creo, sostiene la doctora Rocío San Miguel, que Maduro utilice los Army Games para encubrir una relación muy abierta que ha venido teniendo con países sancionados por los Estados Unidos como Irán y Rusia, para citar los principales. En Venezuela habitualmente aterriza un avión procedente de esos países en Maiquetía o alguna base militar.
Pero, si creo que estos juegos fortalecen los intercambios militares con sus aliados estratégicos y permitirá que los efectivos militares conozcan el país. Serán llevados a diferentes instalaciones militares.
Nos gustaría, eso sí, que haya transparencia para saber el alcance de las actividades que van a desarrollar esos militares en el país.
Se supone que las armas a utilizar en las competencias de francotiradores, éstos utilizarán las armas de sus países y no exclusivamente de Rusia.
Debido a la falta de información que ha existido, no se sabe si Venezuela está en capacidad de proveer el armamento y las municiones para esta competencia. Esa duda no ha sido despejada. En un país democrático, evidentemente, se habrían dado todos los detalles al respecto. Aún más, el asunto habría sido tratado por la Asamblea Nacional y dado o no la autorización para aceptar personal militar en instalaciones castrenses de nuestro país.
Aún, tratándose de un evento deportivo, significa que más de doscientos efectivos militares se encuentran en territorio venezolano.
En realidad la competencia es conocida como Sniper Frontier (Francotiradores de frontera) y en la misma se pondrá a prueba la capacidad de cada delegación en el uso de las armas a su disposición para un ataque armado.
Colombia
Por otra parte, la doctora Rocío San Miguel se refirió a la noticia de que Colombia y Venezuela del restablecimiento de relaciones entre la fuerza armada de aquel país con la nuestra, lo cual considera muy positivo.
Es un punto de partida muy importante para combatir los tráficos internacionales que están ocurriendo entre los dos países, en estos momentos, y los cuales se han acentuado en el curso de los últimos años por la falta de colaboración.
Cabe destacar que las fuerzas armadas de Colombia, junto con las de Chile, son las más institucionales del continente.
Esta decisión puede servir para que en Venezuela la fuerza armada asuma las funciones institucionalistas y la oportunidad de dejar el aislacionismo en que se encuentra con sus pares fronterizos.
Esto podría tener una mayor eficacia en la captura y desintegración de grupos armados ilegales, así como también debería permitir una mayor asistencia humanitaria en los problemas fronterizos que se están dando.
Colombia es un aliado de la Organización del Tratado Atlántico (OTAN) y sus niveles de operatividad son muy elevados, motivo por el cual podría aleccionar a la fuerza armada nacional para reinsertarse en la reinstitucionalización y la paz sea posible.
