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El régimen venezolano debe solicitar formalmente al presidente Petro, que derogue la Resolución N° 8, dirigida a la actuación del Banco de la República de Colombia, con el propósito de acabar con la discrecionalidad establecida en sus zonas de frontera, para la paridad del peso colombiano, que es diferente a la que establece ese banco central, en Bogotá.
Así lo recomienda el periodista, analista político y dirigente social, Manuel Rugeles, al señalar que la medida es necesaria para que volvamos a establecer una sola paridad cambiaria oficial entre el peso colombiano y el bolívar venezolano.
— Esa modalidad, afirma Rugeles, viejo formato implantado por el imperio financiero estadounidense para quebrar la economía venezolana, utilizada ya antes contra otros países y sus economías, convirtió a Colombia en sicario económico contra Venezuela, creando diversas y absurdas paridades monetarias en los intercambios que se dan en sus fronteras.
Es de destacar, agrega, que los cambistas tanto oficiales como piratas, que han hecho su agosto estableciéndole a Venezuela devaluaciones inclementes que no responden a ninguna justificación técnico-económica, también pretendieron usarla contra el nuevo gobierno instalado en Colombia, desde el momento en que el mundo se enteró de que Petro había ganado las elecciones.
Promoviendo una superdevaluación del peso colombiano para castigar al pueblo que mayoritariamente se había decidido por una nueva esperanza política. Pero luego del primer envión, a más de 5 mil pesos por dólar, la paridad bajó, aunque contribuyó a que supere los 4 mil pesos por dólar, donde está en estos momentos.
El presidente Petro, como economista que es, debe derogar esa Resolución 8, para reiniciar una sana relación económica entre nuestros países. Y, de paso, acabar con el montón de vagos que se montaron como casas de cambio en la frontera, cuando no cuentan con otra cosa que un escritorio en un andén cualquiera, o con un raído maletín, colgando del brazo.
Un poco de historia
Cuando crearon la Resolución N° 8, en tiempos del gobierno de Andrés Pastrana, la justificaron diciendo que se establecía para “ayudar” a los campesinos desplazados que salían hacia Ecuador y Venezuela, ahuyentados por las diversas guerras intestinas de ese país.
Ayudarlos a acrecentar, alegaban, el escaso dinero que llevaban en la huida; pero en vez de ayudar a esos pobres de solemnidad que abandonaban casas y poblaciones enteras, gracias a las diversas guerras montadas en Colombia, quienes se beneficiaron fueron los contrabandistas, los narcos, y los buscadores de vida fácil, que montaron sus tarantines para convertirse en especuladores.
El régimen de Maduro debe actuar con urgencia en este sentido, plantea Rugeles, sobre todo para proteger los ingresos de los tachirenses, quienes son esquilmados a diario por parte de comerciantes inescrupulosos, aseveró.
— No importa que declaren el peso colombiano como moneda de circulación en el país, o en este estado fronterizo, al igual que han hecho con el dólar, pero que sea controlado por un cambio oficial establecido por los dos bancos centrales de los dos países, recomendó finalmente el periodista y analista político Manuel Rugeles.
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