El FBI allanó la finca Mar-a-Lago de Donald Trump, al investigar si se llevaron documentos secretos de la Casa Blanca a su residencia en Florida, dijeron personas enteradas el asunto, una medida que representa una escalada drástica y pecado precedentes de la investigación policial del expresidente.
En un extenso comunicado sobre el allanamiento, Trump dijo que los agentes abrieron una caja fuerte en su residencia y describió el hecho como una “incursión no anunciada” que calificó de “abuso de la fiscalía”.
Desde hace meses se investiga cómo los documentos secretos fueron parar a Mar-a-Lago en cajas de archivo de la Casa Blanca a principios de este año. Mientras tanto, en un caso por separado, un jurado de instrucción investiga los intentos de anular los resultados de la elección presidencial de 2020, acrecentando los peligros legales en potencia para Trump en momentos en que está sentando las bases para un intento de reelección.
El lunes por la noche volvió a aparecer las líneas de batalla conocidas luego de cuatro años de una presidencia ensombrecida por investigaciones del FBI y el Congreso. Trump y sus aliados trataron de presentar el allanamiento como un abuso político del sistema de justicia penal y un intento demócrata de impedirle ganar un nuevo período en 2024. Sin embargo, el gobierno del presidente Joe Biden dijo que no había tenido conocimiento previo del hecho y el actual director del FBI, Christopher Wray, fue designado por Trump hace cinco años y fue un alto funcionario del Departamento de Justicia dirigido por los republicanos.
“Son tiempos sombríos para nuestra Nación, cuando mi hermoso hogar, Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, está bajo asedio, allanado y ocupado por un grupo grande de agentes del FBI”, escribió Trump. “Nada como esto le ha sucedido jamás a un presidente de Estados Unidos”.
“Después de trabajar y colaborar con las agencias pertinentes del Gobierno, este allanamiento no anunciado de mi hogar no fue necesario ni apropiado”, dijo Trump en su comunicado.
La vocera del Departamento de Justicia, Dena Iverson, se negó a hacer declaraciones sobre el hecho o si el secretario de Justicia, Merrick Garland, había autorizado la operación personalmente.
Trump no entró en detalles sobre los fundamentos de la búsqueda. El Departamento de Justicia investiga el posible mal manejo de información secreta después de que la agencia Archivos Nacionales y Administración de Documentos dijo que había recibido de Mar-a-Lago 15 cajas de archivos de la Casa Blanca, e incluso documentos que contenían información secreta, a principios de año. Archivos Nacionales dijo que Trump debería haber entregado esos archivos en el momento de dejar el cargo y pidió al Departamento de Justicia que investigara.
El manejo de archivos secretos y documentos del gobierno está sujeto a varias leyes, algunas de las cuales penalizan el llevar ese material a un lugar no autorizado. Aunque una orden de allanamiento no indica la inminencia o la posibilidad de cargos penales, los funcionarios federales que la solicitan deben demostrarle a un juez que existe la probabilidad de que se haya cometido un delito.