La crisis de los Derechos Humanos en Venezuela empeora constantemente. Se dimensiona la tragedia que viven los presos políticos en nuestro país, tal es el caso del ex diputado Juan Requesens, condenado a primeras horas de este jueves, 4 de agosto, a 8 años de prisión por el delito de conspiración.
Un tribunal venezolano con competencia en materia de terrorismo ha sentenciado al dirigente opositor venezolano, militante de la formación Primero Justicia, fallo que lo vincula al atentado con drones contra Nicolás Maduro durante una ceremonia militar en agosto de 2018.
Junto a Requesens, fueron condenadas otras 16 personas quienes recibieron la pena máxima prevista por el código penal del país, 30 años de cárcel, el General de división Alejandro Pérez Gámez, el sargento retirado Juan Carlos Monasterio y 6 civiles.
La persecución en Venezuela se incrementó a partir de 2014. La cifra de dirigentes políticos detenidos ha sido bastante escandalosa en los últimos años.
Se observa con angustia que cada vez la represión crece en Venezuela no solamente contra ellos, sino contra la población por las protestas de servicios básicos.
Ha habido más de 2 mil detenciones. Recientemente en el Estado Zulia, luego de 15 días sin electricidad, las manifestaciones fueron tan grandes y la contención oficial tan dura, que las autoridades tenían que liberar a los detenidos porque no daban abasto. Las audiencias se tenían que hacer manualmente porque no había acceso a los sistemas, ni se podía levantar actas.
El caos que existe en Venezuela ha incidido en la detención de personas inocentes por razones políticas. En Venezuela la represión puede terminar con muerte, daños a la integridad física, con cárcel o a veces con exilio.
La ONG de Venezuela Foro Penal afirmó que en Venezuela hay 240 detenidos a los que considera presos políticos. En su informe estableció que entre ellos hay 110 civiles y 130 militares.
Ante este cúmulo de cosas donde se tambalea la tranquilidad del país, el Diputado Macario González, miembro del bloque parlamentario en Lara tiene un razonamiento:
–Al violar los derechos humanos sometiendo a juicio o acosando a líderes de distintos sectores que luchan por legitimar reivindicaciones, el régimen de Maduro “está jugando con candela”.
Ellos mismos –subraya– han reconocido que el pueblo venezolano no es un atajo de cobardes. El hecho de que algunos problemas que agobian la vida cotidiana, tales como la crisis de servicios públicos, las urgencias en materia de salud o de abastecimiento en materia alimentaria, no significa una rendición del pueblo venezolano en sus sueños de alcanzar una mejor calidad de vida y en paz.
«La demostración de lo que estoy afirmando está en las calles en todo el territorio nacional. Por ahora están los líderes de los sectores gremiales de la educación, los trabajadores de la salud, pero todos los sondeos de opinión señalan que esas luchas tienen un respaldo nacional, que de no encontrar soluciones efectivas, seguirán incrementándose hasta tornarse masivas».
El Parlamentario tiene la convicción de que por más que se desate la persecución o represión por parte de Nicolás Maduro, el pueblo se mantendrá firme, porque han tocado reivindicaciones muy sensibles como el derecho a las pensiones y salarios justos, derecho a sus reivindicaciones en materia de la satisfacción en el pago que corresponde por el concepto de vacaciones que les ha sido conculcado por ese nefasto ente que mencionan ONAPRE.
Por eso, estima, el pueblo se mantendrá en la calle tal como lo han notificado sus líderes.
Hay personas que llevan más de 7 años sin condena. Otras sin que se inicie el juicio y sin derecho a la defensa. No se conoce ni de qué se les acusa. ¿Cuál es la salida a tanta impunidad?
–En Venezuela el estado de derecho está totalmente destrozado. Se violan los lapsos establecidos en el código orgánico procesal penal, se viola flagrantemente la constitución que instruye de manera taxativa que preferiblemente las personas sean juzgadas en libertad cuando no haya riesgo de fuga o de obstrucción a la justicia.
Macario González sostiene que aquí se prefiere llevar a prisión a cualquier ciudadano violando el derecho a la defensa, e incluso, manteniendo privados de libertad a quienes han obtenido una orden de excarcelación.
Considera que estamos en una situación sumamente grave porque el propósito del régimen es que en Venezuela cunda el pánico para llevar por esta vía una pacificación a la fuerza a una nación que reclama legítimos derechos.
Mediante sucesivas reformas legales y designaciones de magistrados en procesos contrarios a la Constitución, el régimen revolucionario ha logrado en estas 2 décadas controlar al máximo juzgado y cercenar la independencia del Poder Judicial, a la par de restarle derechos a la ciudadanía y neutralizar a otros poderes como la Asamblea Nacional (AN), electa en diciembre de 2015.
¿Cómo profesional del derecho cree que el sistema de justicia en Venezuela también está secuestrado?
-Totalmente. Aquí solo existe el poder ejecutivo, los demás poderes públicos son despachos de Miraflores. El Ministerio Público, la defensoría del pueblo, los jueces, todos esperan la seña de Miraflores o de la cúpula del PSUV para dar los pasos siguientes en el desempeño de sus funciones.
«La separación de poderes para que pueda cumplir cada uno con eficiencia y transparencia sus funciones, hace rato se fue de vacaciones».
¿La condena impuesta por el régimen venezolano al ex Diputado Juan Requesens es la representación de una “persecución a toda una sociedad que resiste”?
-En este caso el doctor Joel García, abogado del político venezolano ha sido reiterativo en que no hay pruebas con las cuales darle soporte a la sentencia que se ha dictado en este caso.
El régimen de Nicolás Maduro pretende hacer creer que todo está mejorando en materia de Derechos Humanos y judicial, pero la represión continúa.
¿Qué hay de eso?
-Con sentencias como la del ex Diputado y la persecución desatada contra los líderes de los trabajadores, se desvirtúa la hipótesis oficial de un supuesto mejoramiento en materia de Derechos Humanos.
«Los informes de la alta comisionada así lo ponen de bulto e igualmente el monitoreo sobre esta materia que realizan los representantes de la corte penal internacional, quienes lograron al fin que se les permitiera una inspección in situ que se venía solicitando desde hace varios años ante la gravedad de la impunidad de los Derechos Humanos en nuestro país».
Actualmente Venezuela es un hervidero. Protestas de distintas índoles a diario en todas las ciudades. ¿Serán suficientes las cárceles para meter presa a toda esa gente por delitos de traición a la Patria?
-El régimen de Maduro es de naturaleza represiva, pero en estos casi 23 años no han logrado imponer por la fuerza la pacificación del país, e insiste en que Venezuela es un pueblo rebelde.
Determina el Diputado González que ellos mismos suelen hacerle apología al Caracazo ocurrido el 27 de febrero de 1989, y los reivindica como un derecho legítimo del empoderamiento del pueblo en reclamo a un derecho legítimo.
“No se descarta que si no hay respuesta que satisfaga a la nación, situaciones como esas se repitan entre otras cosas, porque ellos mismos la han reivindicado como una epopeya cargada de patriotismo”.
Igualmente conmemoran con bombos y platillos –memoriza– el golpe del 4 de febrero de 1992, reivindicando como legítimo el alzamiento de la Fuerza Armada ante la gravedad de las circunstancias que atravesaba el país para la fecha en que esos eventos ocurrieron.
«La situación de Venezuela hoy es más grave y crítica en todos los sentidos que cuando ocurrieron esos accidentes históricos que nos metieron en este callejón sin salida en el cual nos encontramos hoy».
Macario González exige como congresista que cese la represión y se abra camino a unas elecciones libres para que “nos demos un gobierno decente que mande sin exclusiones y haya un profundo respeto en los Derechos Humanos”.
