“…cuando cruzó la puerta de nuestra aula ‘una gran dama, una gran señora, una gran persona, una querida y respetada profesora de literatura’.”
En algún día del próximo mes de septiembre, se cumplirán 50 años de la mañana cuando cruzó la puerta de nuestra aula “una gran dama, una gran señora, una gran persona, una querida y respetada profesora de literatura”. Con su timbre de voz inolvidable, su jovial lenguaje corporal, entusiasmo, agudeza y su amplia sonrisa contagiosa nos dijo que se llamaba Carmen Cecilia González de Mayz. Quizás quince días después ya era Carmen C. a escondidas de los otros profesores y autoridades del colegio para no ser sancionados por faltarle el respeto.
Después de sus clases no había recreos. Bueno, sí los había pero rodeándola; nosotros escuchándola y ella escuchando. Hace tres días pero de 1974 – 48 años atrás- Carmen C. nos entregaba nuestros diplomas de bachilleres, nos abrazaba y nos regalaba sus felicitaciones con su radiante sonrisa que brillaba y la distinguía. Fue más que nuestra madrina de promoción; de allí en adelante fue nuestra hada madrina. Todo encuentro posterior con ella se convertía en una encantadora tertulia sin importar nuestras edades. El tiempo se detenía con ella. Sabemos de sus otros éxitos profesionales pero reivindicamos para nosotros que fuimos quienes más y mejor aprovecharon los dones de nuestra hada madrina. Dios la bendijo y nosotros conmemoramos su grata y alegre memoria.
Ayer: Ad maiorem Dei gloriam. Hoy: “En todo amar y servir”. Así fue Carmen C. ayer y hoy.
Noventa y seis alumnos de la promoción de bachilleres del Colegio San Ignacio de 1974 excluyendo, recordando y conmemorando con melancolía a aquellos que se encuentran desconectados en otras tierras y a aquellos que ya hoy están con ella en el Cielo.
Luis Alejandro Aguilar Pardo