«Hay pocas cosas terrenas más hermosas que una universidad: un lugar donde los que odian la ignorancia pueden luchar por el conocimiento, y donde quienes perciben la verdad pueden luchar para que otros la vean».
John Edward Masefield. Poeta inglés
Hay un director universitario «genio», cuya genialidad es ser el compadre del rector. Blande su corrupción con títulos, diplomas y cursos paralelos, con endémicos 20, 19 y 18 puntos en las calificaciones de todas las carreras supuestamente cursadas. ¡Cuánta desfachatez la de este director! Que aprovechándose de su cargo y de su compadrazgo con el rector se auto gradúa de cuanto diploma se pueda auto otorgar. *Pusieron al perro a cuidar los chorizos. Puso el rector a su compadre Agosto, a hacer su agosto en la universidad. *Aquí lo llamamos Agosto para proteger a los inocentes, por lo que el director puede llamarse de distintos seudónimos como junio, julio o septiembre. Un nombre a la chárter. Usted escoja el nombre que le embone.
El director está acumulando credenciales ilícitamente para cuando ya su compadre no sea el rector y tenga que salir de su cargo actual al mercado laboral a exhibir sus falsos títulos, donde solo los ingenuos y desconocedores caerán en esa trampa de creer válidas y honestas esas ilegítimas credenciales académicas. Pues en la universidad donde los ha obtenido fraudulentamente ya todos conocen quien es el tipejo y que sus pergaminos no tienen mayor valor que el de un usado papel toilette. Allí seguirá engañando tal vez a los ilusos con los falsos títulos que usurpa, porque igual los cómplices tal vez, solo tal vez le seguirán la comparsa cuando ya no tenga el poder que ostenta como director. Tal vez le podrán decir y hasta se lo griten en la cara: «usted no estudió para ese título que dice tener sino que se lo estafó a la universidad».
Les daré el siguiente dato. Un director universitario, sin tiempo para poder estudiar porque sus obligaciones como «autoridad» no se lo permiten, pero es compadre del rector. Y está atiborrado de todas las tareas que implica e involucra su trabajo diario. Una labor realmente exigente la suya, porque por su naturaleza es imposible descuidarla, pues demanda tiempo, dedicación y siempre sale una novedad que atender. Además de todas las coimas en las que es protagonista este corrupto director. Porque es un alma corrupta
Resulta que este director, a quien identificamos como “ Agosto el compadre del rector”, calificado propiamente como ladrón académico, mientras está en el ejercicio de sus labores, en esas fechas y en esos horarios idénticos, pero paralelos, donde está presuntamente ocupado trabajando; aparece mágicamente graduado él y su barragana y otros subordinados cómplices, además de amiguetes dentro de la misma universidad en su sitio de trabajo donde es jefe; con unas calificaciones endémicas de veinte, diecinueve y dieciocho puntos que avergonzaría al mismo Albert Einstein.
Y así se gradúa simultáneamente de Doctor, Magister, Licenciado, Técnico Superior, diplomado y cuanto curso brinda su centro de trabajo, hasta grita “páralo” en la tabla del bingo. Pero también su barragana y sus cómplices inmediatos. Barajee usted las posibilidades múltiples entre las titulaciones y cursos que ofrece esa Alma Mater y las combinaciones posibles en la que el director antiético y corrupto se hace de diversidad de credenciales académicas muchas de ellas con iguales o paralelas fechas, o fechas imbricadas que humillarían al mismo genio de la relatividad por tan grande proeza intelectual y de espacio/ tiempo.
O sea, este director posee tanta masa encefálica pensante, perdón protagoniza tanta corrupción equivalente a su compadrazgo con el rector. Dicho de otro modo, su inteligencia es directamente proporcional a su compadrazgo con el rector, y de su cerebro corrupto que por cuyas titulaciones avergüenza por ejemplo al físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico Stephen Hawkings. Con “esas diarreas de diecinueve, dieciocho y veinte puntos” en sus diplomas y con presencia simultánea o bilocación en iguales momentos en distintas tareas. O en todo caso con calificaciones no inferiores a dieciocho puntos, porque su jactancia y prepotencia lo hace romper el saco, ya que hay que apantallar blandiendo títulos y diplomas mal habidos, pues es el Jefe, son los jefes y no van a pelar ese boche como dicen ellos, y no desaprovechan el momento y el cargo para el latrocinio y la consumación de los actos antiéticos. «Ese ladrón académico no deja pasar la oportunidad» Voy a pelar ese boche dice el director compadre del rector. Porque así piensa y actúa un corrupto. En ese caso, muchos de ellos solo aparecen inscritos, pero nunca han pisado un salón de clases.
En el mundo académico, universitario y científico es un relevante espectáculo, el hallazgo de personas esforzadas que solo se dedican a estudiar, que todo su tiempo lo invierten en estudiar, que no hacen otra actividad sino la de formarse e ilustrarse y con un IQ – cociente intelectual – , similar o superior al de Albert Einstein que han cursado hasta tres carreras simultáneamente, incluso en distintas universidades. Pero este adefesio de director compadre del rector tiene un portafolio de títulos y diplomas, mal habidos. El paso por el cargo de director no lo desaprovecha para robarse títulos académicos. ¡Qué barbaridad! Incluso llegan a hacer listados ad hoc, listados aparte.
Para los científicos y para la gente inteligentísima con un IQ de genio, e incluso sin IQ de genio pero si muy disciplinada dedicada exclusivamente al estudio, no es cuestionable la obtención simultánea y coetánea de diversos títulos universitarios, pero para el director Agosto compadre del rector es la mayor prueba de corrupción académica universitaria, si el tipejo lo que sabe es hacer trampas y cometer delitos. No tiene ni tiempo ni inteligencia para dedicarse a estudiar para obtener simultáneamente tantos títulos y diplomas como si los desinsaculara de una caja de detergente. Por su IQ y por su imposible dedicación exclusiva a estudiar, sus titulaciones son muy cuestionables, en la aldea global. Porque no ha cursado, ni obtenido sus títulos académicos sino burlándose de todo el mundo, en complicidad y corrupción con quienes jurarían sus asistencias a clases y sus altas calificaciones, a través de documentos forjados o de dudosa pulcritud.
Porque el director Agosto compadre del rector, no tiene una mente brillante académicamente sino que es el ejemplo de la peor lacra que ha podido tener esa universidad. Su inteligencia es el iter criminis, del fraude académico.
No podría el director compadre del rector superar jamás ese reto, él es un fraude. ¿Cómo hacer tres o más carreras a la vez y sobrevivir en el intento si no fuera el director y además compadre del rector? Jamás lo lograría porque su único talento es ser el compadre del rector. Es un bandido infiltrado en la educación este director en ejercicio.
Este director maneja una mafia académica, el tipejo es una mazamorra, una infección universitaria. Ni que fuera Daniel Amaya Bedoya triple titulado que se graduó de tres carreras el mismo día, de 21 años graduado en Negocios Internacionales, Administración de Empresas y Economía, que es un ejemplo real de un joven estudioso latinoamericano; pero no este director compadre del rector que es un crápula y un ejemplo real de la corrupción universitaria.
Kim Ung-Yong, Rick Rosne, Garry Kaspárov, James Woods, Judit Polgar, ellos si son genios con altos índices de inteligencia, pero este director Agosto a quien bien podemos aleatoriamente llamarlo junio, o julio, o noviembre para proteger a inocentes, él es un corrupto latinoamericano que se ha hecho de títulos simultáneos en ocasión de ser director de escuela en una universidad cuyo rector es su compadre.
El coeficiente intelectual es un resultado que determina la inteligencia de una persona y se obtiene mediante pruebas estandarizadas. Como el valor que se obtiene de estas pruebas está asociado con el nivel de inteligencia y, a mayor valor, más inteligente es una persona. De allí la determinación de las personas con el IQ más alto del mundo. Y ahí no está, ni junio, ni julio, ni agosto, director este que ni se interesaría en ir a una entrevista en los medios de comunicación para dar a conocer al público que los obtuvo estudiando simultáneamente y coetáneamente y blandir sus títulos académicos como productos de su alto IQ , porque saldría raspado, aplazado, porque quedaría en evidencia que son producto de su alto índice de corrupción en la universidad donde es director y cuyo compadre es el rector. Aunado al Índice de percepción de corrupción de su país.
Terence Tao, Christopher Hirata, Kim Ung-Yong, Christopher Michael Langan, Stephen Hawking, Richard Rosner , son algunos de los IQ más relevantes del planeta y a quienes sí se les creería absolutamente que obtuvieron varias titulaciones universitarias simultáneamente en la misma o distintas universidades, pues se trata de genios, de gente superdotada, con unos cerebros brillantes para la ciencia y la academia. Se trata de verdaderos científicos que incluso con sus estudios aportan para beneficio de la humanidad. No es la generalidad, por lo que esto no puede verse como una regla y menos dentro de un grupo de funcionarios de una universidad «en tela de juicio» donde son jefes y donde aparecen simultáneamente como graduados con distintos documentos académicos en las mismas horas y en las mismas fechas donde deberían estar en otro sitio o en otra clase o haciendo sus labores como empleados de la universidad o empleados en otra institución.
Aun teniendo el IQ de Einstein o el poder de bilocación propio de los santos, es alarmante que en una oficina donde debe reinar la moralidad, la ética y la honestidad, además de la trasparencia académica; por la confianza que se les ha dado en esos cargos por creerlos íntegros; estos fenómenos delictuales se rían y se burlen de todos, andando campantes mancillando el buen nombre de su Alma Mater y llenándose de miles de dólares porque ese esos títulos y diplomas también son de venta clandestina e ilegal en el mercado negro. Y quienes los obtienen así fraudulentamente los blanden con orgullo como si los hubieran cursado y los hubieran evaluado realmente, lo que no es así.
Dicho de otro modo, mientras aparecen como presentes en una clase, en ese mismo horario y en ese mismo instante de tiempo, también aparecen que están presentes en otro curso, o en otra carrera que ofrece la universidad y como por arte de magia el director Agosto, el funcionario es un genio oculto que tiene la casa de estudios superiores que por razones inexplicables no se ofrece a la NASA para proveer de adelantos científicos y tecnológicos a la humanidad.
Solo falta voluntad, decisión y ponerle los ganchos a todos los involucrados. Auditar, auditar, revisar, comparar fechas. Tan fácil que es descubrir una a una las aristas de la criminalidad interna de una universidad, con múltiples fórmulas cuando hay voluntad para adecentar el Alma Mater.
Mientras cientos y miles de personas honestamente luchan y estudian para ganarse limpiamente un título en la universidad, para graduarse ética y legalmente de profesionales, el director, el vicerrector y el rector tienen un mercado negro de títulos en lo que se llama operación mafia.
«Hoy día no es la Universidad la que critica a la Sociedad;
es la sociedad la que critica a la Universidad».
José Joaquín Brunner / Investigador chileno, en Educación Superior.
Crisanto Gregorio León