El estratega venezolano Eduardo Saragó, ofreció una entrevista a 3Tiempo para dar detalles sobre su renuncia al cargo de director técnico del Deportivo Lara, después de haberse cumplido tan solo una semana de su anuncio y haber dirigido un compromiso contra el Aragua F.C, el cual finalizó 2-2 en el Farid Richa.
Inicialmente, Saragó había dado a conocer su despido al cargo mediante sus redes sociales, en las que precisó que la directiva del Deportivo Lara no pudo cumplir con los acuerdos establecidos previamente. Sin embargo, en la mencionada entrevista a 3Tiempo, declaró que al conocer las consecuencias que estaba generando las deudas económicas del club con los futbolistas, decidió dar un paso al costado.
«Antes de dirigir futbolistas diriges seres humanos”, con esta premisa, Saragó contextualizó la situación: «Yo sabía cuál era la situación con las deudas, lo que no sabía eran las circunstancias, que eran mucho peores. Lo que pedí fue saldar las deudas (3 meses). Se comprometieron conmigo para pagar 1 mes antes del primer partido. Eso no se cumplió”, explicó.
“En 11 entrenamientos 6/7 días me preguntaron cuándo pagaban. En el juego contra Aragua 3 jugadores acalambrados pidieron cambio. Luego te enteras que por falta de pago no podían alimentarse bien, por ende no pueden rendir en partidos de alta competencia”, contó Saragó, quien además precisó que en los entrenamientos se notaban los problemas de los futbolistas, ya que algunos tenían dificultades hasta para cubrir el desayuno o gastos familiares como el parto de su esposa.
“Durante el partido no teníamos insumos médicos. No hay vendas, analgésicos. Como profesional no podía ser cómplice de esta situación. Estaba haciendo lo posible abogando por el plantel, antes de dirigir futbolistas diriges seres humanos”, agregó Saragó.
Sin embargo, aseveró que siempre fue tratado con respeto por parte de los directivos del Deportivo Lara, quienes se esforzaron en cumplir con lo prometido, pero no pudieron. Por esta situación, recalcó que su intención en el Futve es dirigir a un club que cumpla con los pagos, ya que es necesario ponerse en los zapatos de todos los involucrados.