“La innovación exige potenciar la creatividad de las personas de la empresa. Como decía Picasso: “todos somos creativos de niños, el reto está en seguir siéndolo cuando crecemos”. Afortunadamente, en las empresas se puede volver a despertar la creatividad en sus personas y ayudarlas a descubrir en qué tipo de creatividad destacan y lo que pueden aportar a la empresa, en su beneficio y en el de todos”.
Sara Moliner
La firma nace en 1776, el año en que Washington se peleaba con los ingleses, explica el consejero delegado. “Un antepasado mío, el primer Castañer alpargatero, monta un pequeño taller”. Confeccionaba alpargatas a base de esparto y algodón, calzaba a campesinos y obreros, el mercado natural de las alpargatas era un público humilde. Algunas generaciones después, en 1927, el negocio se amplía. “La primera fábrica la abrió mi abuelo que años después entró en crisis, cuando los campesinos abandonaron el campo y se marcharon a la ciudad para trabajar, ya no precisaban alpargatas”. El éxodo rural de 1950 generó un desafío para la empresa que, con ayuda de un golpe de suerte, logró transformar un producto desde un calzado de trabajo a un objeto de deseo.
“Mis padres estaban en una feria de moda de París y de casualidad se enteraron de que Yves Saint Laurent estaba buscando alguien que pudiera confeccionar una alpargata para una cuña”. Lorenzo e Isabel Castañer cumplieron con el requisito y su producto caminó por las pasarelas del diseñador en ascenso. Iniciaron un recorrido de colaboraciones con casas de alta costura como Chanel y Dolce & Gabbana que consolidaron su lugar dentro de la moda y de los diseñadores de la élite internacional.
Cuando se le pregunta si son una marca de lujo, Castañer responde “Si por lujo se entiende la gama en la que se encuentra Gucci, Louis Vutton y Hermes, no lo somos. Pero definitivamente compartimos muchos de los clientes con esas marcas” Un par de alpargatas Castañer de lona costaban en el 2016 entre 85 y 195 euros. “No nos identificamos en el concepto de lujo porque somos más asequibles, pero es en el segmento en el que vendemos mejor: Cuando Castañer está en una tienda multimarca y es el calzado más barato del lugar, triunfa. Cuando es el más caro, no.” Castañer tiene un lugar en la cumbre del turismo de compras, en la calle Saint Honoré en París, en la tienda Santa Eulalia en Barcelona y en el barrio tokiota de Roppongi.
Definitivamente, si están listos para enfrentar cualquier tipo de reto, si están en grado de aceptar los cambios, si aman estar en movimiento, entonces tienen un ánimo emprendedor. Además todo lo que hemos leído en este artículo nos enseña que deben estar abiertos a las oportunidades, ya que ustedes nunca sabrán dónde ocurrirá su próxima conexión importante Que el trabajo en equipo multiplica las posibilidades. Que descubrir consiste en ver lo que los demás han visto y pensar lo que nadie ha pensado. Que la calidad es un gran factor del éxito. Que los emprendedores siempre tratan de hacer las cosas un poco más rápido, un poco mejor, y/o un poco más barato. Que solo lo mejor es aceptable.
Italo Olivo
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