Trabajo de www.eltiempove.com
El servicio de odontología ha pasado a ser un sujeto extraño dentro de los hogares de muchos habitantes en el estado Anzoátegui.
Y es que por un lado el sector privado ofrece tarifas que no son nada accesibles para quienes dependen del salario establecido por el régimen (Bs 130 o $22,53), mientras que el sector público carece de insumos y equipos para brindar atención oportuna a quienes tienen algún problema bucal.
Esto ha obligado a la mayoría de las personas a dejar en un segundo plano -y hasta tercero o cuarto- lo referente a la atención odontológica, para centrarse en otras áreas como por ejemplo la más importante: la alimentación.
Y no es para menos, tras recorrer varias clínicas dentales privadas, ubicadas en el área metropolitana del estado Anzoátegui, se pudo corroborar que en la mayoría el precio promedio de una consulta es de 10 dólares o su equivalente en bolívares, es decir, unos 57,70 bolívares, aproximadamente, si se toma como referencia la tasa de cambio del Banco Central de Venezuela (BCV), publicada el 28/7.
Hay algunos sitios que no cobran por el chequeo previo, sino sólo por el tratamiento que se realice el paciente.
Servicios
La extracción de piezas dentales varía según su tipo y la clínica donde se realice la intervención. Cuando se trata de dientes, el costo oscila entre 10 y 20 dólares, mientras que si es una muela el monto va desde $20 hasta $60 (las cordales son las más caras).
Las limpiezas sencillas y eliminación de caries cuestan entre 10 y 20 dólares, dependiendo de lo profunda de la intervención.
No hace falta ser muy expertos en matemáticas para ver que todos estos precios se encuentran muy alejados del bolsillo de la mayoría, y más en estos tiempos donde el grueso de la población destina un gran porcentaje de su presupuesto (algunos lo dan todo) a la adquisición de alimentos para el hogar.
«Si me preguntan, yo tengo alrededor de siete años que no sé lo que es ir a una consulta de odontología, porque el salario no me da para pagar en una clínica privada. Cobran 10 dólares para revisarte y hay quienes tienen ofertas de dos por uno, pero ¿y lo que viene después? ¿qué pasa si te tienen que sacar una caries? Hay que pagar más y por eso la gente ahorita sólo prefiere comprar comida que ir a un consultorio privado de odontología», comentó el vecino Leonardo Hernández, habitante de Puerto La Cruz.
Por el suelo
En caso de que la persona no tenga el dinero suficiente para cubrir un servicio odontológico privado y quiera acudir al sector público, la atención es gratuita, sólo que la mayoría de estos centros de salud laboran a medias.
¿La razón?: carencia de insumos y de equipos necesarios para atender a los pacientes.
En el Hospital Universitario Dr. Luis Razetti de Barcelona el área de Odontología estaba inactiva desde que llegó la pandemia de COVID-19 al estado hace más de dos años, no obstante, desde hace dos meses fue habilitada nuevamente.
El detalle es que sólo están haciendo revisiones a las personas, se les da el diagnóstico y luego son referidos a otro centro de salud para que le hagan la intervención que requiera.
Así lo denunció el coordinador general del Movimiento de Trabajadores de la Salud (Motrasalud), Edisson Hernández, quien afirmó que en el nosocomio capitalino no hay la posibilidad ni de extraer una muela.
«La turbina de esta área se encuentra deteriorada, no hay aire acondicionado, sólo sirve uno de los dos lavamanos y cuando hay agua; la silla donde sientan a los pacientes no sirve, no se puede mover, está fija, y los saliveros también. Todo esto sin contar que al personal que labora en esta especialidad no le suministran equipos de protección personal. Los trabajadores tienen disposición de cumplir sus labores, pero prácticamente están de manos atadas porque no tienen ni los insumos ni los equipos para atender a los pacientes», detalló.
«En ningún centro de salud público están dadas las condiciones en estos momentos para pasar consultas odontológicas. En el caso del Razetti, el llamado que hacemos al director es a que si van a abrir un área como ésta, deben hacerlo garantizando las condiciones mínimas y con todos los implementos necesarios para atender a los pacientes».
Situación en clínica porteña
Un panorama similar se vive en otro de los centros de salud públicos, que en el pasado era escogido por muchos para recibir una consulta odontológica, se trata de la Clínica Nazareth de Puerto La Cruz.
Al igual que en el Razetti, el área de Odontología de este recinto no cuenta con aire acondicionado, lo cual es un riesgo porque permite la proliferación de bacterias.
Aunado a eso, trabajadores del centro de salud aseguran que en estos momentos carecen de esterilizador, del líquido adecuado para limpiar los instrumentos y de anestesia, entre otras cosas.
«Tampoco hay agujas, ni resinas ni equipos de diagnóstico (espejo, pinza y explorador). Además, hemos estado conviviendo con ratas. Hay uno que otro doctor que se arriesga a atender a pacientes, pero pidiéndoles todos los materiales porque aquí no tenemos ni tapaboca», comentó una de las empleadas, quien prefirió omitir su identidad por temor a represalias.
Sin duda, el panorama que vive el sector público le baja el ánimo a más de uno, pues ni siquiera estos centros de salud son una alternativa en estos tiempos.
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