En Venezuela tuvimos en 2012 una experiencia exitosa de elecciones primarias de candidatos a la presidencia de la república, las gobernaciones de estado y las alcaldías. Por supuesto, no propongo repetir calcado aquel modelo, pero como han pasado diez años y se han impuesto una visión revisionista de la Mesa de la Unidad Democrática, recuerdo alguno de sus detalles más importantes, para que en una nueva convocatoria que deba hacerse con miras a 2024 y 2025 se aproveche esa experiencia y se la mejore, para atender a las demandas de cambio en una sociedad interesada y necesitada de éste y al mismo tiempo escéptica y desencantada de las opciones políticas ante sí.
Tuvimos primero un ensayo en las primarias parlamentarias para la elección de 2010. La coalición, formada en 2009, apenas “gateaba”, por lo cual se priorizó inclusión. La escogencia abierta fue en un número limitado de circunscripciones con criterio de hacerlas con fines competitivos en aquellos lugares donde el alto apoyo potencial de las fórmulas alternativas o con fines promocionales porque podría haber escasez de candidaturas en circuitos con nivel potencial de apoyo entonces relativamente bajo para la oposición.
Esa primaria fue conducida por una comisión de alto nivel, presidió Ramón José Medina quién entonces no formaba parte del equipo de la MUD. A raíz de ese evento, seguimos contando con su valioso concurso.
Con base en esa experiencia, nos preparamos para las elecciones venideras, la presidencial de 2012 y la de gobernadores y alcaldes Desde antes y paralelamente, se trabajó en acuerdos sobre estrategia y programa. El 23 de enero de 2012 los precandidatos (salvo uno) firmaron los Lineamientos para un Gobierno de Unidad Nacional, aprobado por la MUD y trabajado por la comisión amplia y plural designada al efecto y el apoyo de quinientos profesionales en todo el país. A esa unificación programática se llegó por progresivas aproximaciones que empezaron con 100 Soluciones para la Gente.
Se aprobaron las Reglas de Selección de Candidatos por Acuerdos o por Primarias para candidato presidencial, a gobernadores y a alcaldes. Un máximo de trescientos cincuenta y nueve cargos. La posibilidad de escogencias candidaturales regionales o locales por acuerdo dependía de reglas estrictas que exigían para ellos mayorías calificadas a niveles locales y nacional. Se acordó para la primaria la fecha del 12 de febrero 2012
Al hablar de la Comisión Electoral de Primarias, debo destacar el papel relevante de Teresa Albanes Barnola, cuyo profesionalismo, entereza y rigurosa imparcialidad fueron capitales en la confianza en el proceso todo. La comisión fue integrada por venezolanos independientes, reconocidos y respetados. Fue elegida por unanimidad y actuó con plena autonomía dentro de las reglas acordadas.
La CEP redactó normas complementarias como su Código de Conducta, Instructivos, Normativa de postulaciones, Reglamentos de propaganda, testigos y procedimientos para reclamos e impugnaciones. Y decidió, con criterios técnicos sobre nucleación de centros electorales. Tuvo asesoría calificada en lo jurídico, técnico; redes sociales, publicidad y escuchó a asociaciones cívicas como Venex, Venezuela Libre, Sumate, Ciudadanía Activa, Mujeres por la Libertad, Grupo La Colina, Voto Joven, VenMundo, VotoDonde Sea-Miami, AiresVen-Puerto Rico,CISE y GST.
Asumimos el apoyo tecnológico del Consejo Nacional Electoral, decisión polémica justificada por la complejidad y magnitud del reto y por la razón de que la elección oficial sería bajo su organización, así que adelantarnos nos permitía familiarizarnos con sus sistemas y empezar a separar las verdades de los mitos en cuanto a la automatización. Por cierto, la primaria tuvo Plan República: y no hubo ni un solo incidente a nivel nacional. .
Se tomó la decisión de una elección abierta a todo el que aparece en el Registro Electoral, desechando así una votación restringida a un censo o inscripción previa y la conseja de un “riesgo” de que el oficialismo movilizara votantes para imponernos una candidatura. Se prometió y cumplió la confidencialidad. Como nos comprometimos, los cuadernos de votación fueron destruidos una vez concluido el proceso, como garantía a los votantes, lo cual valió una injusta multa por desacato a la Presidenta de la CEP. Entonces declaré que si ella era culpable yo también y todos los que participamos en la decisión.
Los recursos necesarios para una elección de esa magnitud los costeamos mediante una “vaca”, con cuotas de contribución proporcionales a candidatos presidenciales, a gobernador o a alcalde, según número de mesas requeridas. El costo unitario por mesa de votación se estimó en 18 UT.
Se presentaron 1.108 candidatos, de éstos 112 por iniciativa propia. La participación fue de 3.056.419 electores, equivalente al 17.11% del RE. Posiblemente la primaria no obligatoria legalmente proporcionalmente más concurrida.
No propongo repetir, sí aprovechar la experiencia para adaptarla al presente y mejorarla.
En el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro, invitamos a un foro sobre este tema, con expertos de Chile y Colombia donde, a diferencia de aquí, la primaria es regulada legalmente. Seguiremos con eventos con la sociedad civil y los actores políticos, porque nuestro propósito es colaborar con una consolidación de la sociedad democrática venezolana, la recuperación de sus instituciones y en suma, nuestro progreso cívico.
Ramón Guillermo Aveledo