Habían pasado pocos meses de la caída de Pérez Jiménez en Venezuela, cuando se produjo la visita del vicepresidente de USA, Ricahrd Nixon, en 1958 en los días que gobernaba una junta de gobierno liderada por Wolfgan Larrazabal.
El Presidente de USA, Dwight Eisenhower, quería estrechar relaciones con Suramérica y envió al vicepresidente Nixon en una gira que incluía a Venezuela, más la recepción del dignatario estadoundinse no fue la más cordial, pues Estados Unidos había mantenido buenas relaciones con el dictador Marcos Pérez Jiménez, quien incluso fue condecorado por el gobierno norteamericano unos pocos años antes de su derrocamiento.
Esas acciones aún eran recordadas, lo cual generaba rechazo hacia USA y fue así, como al arribo de Nixon el 13 de mayo de 1958 a Venezuela, se produjeron los sucesos y manifestaciones de rechazo al gobierno de los Estados Unidos y al dignatario enviado.
Richard Nixon fue abucheado por manifestantes que acudieron a su encuentro. La limusina que lo trasladaba fue apedreada y los vidrios rotos. El Impulso registró en primera página todo aquel angustioso acontecimiento y tal fue la tensión, que desde USA se ordenó el traslado a las costas venezolanas de buques de guerra y un portaaviones, para de ser necesario, sacar al vicepresidente Nixon en helicóptero y luego evacuarlo a uno de los barcos.
Más no fue necesario y pese a la falta de previsión y fallas de seguridad, el vice presidente Richard Nixon salió bien librado de aquella situación y al día siguiente salió por vía aérea de Venezuela sin contratiempos.