POR MEDIO DE UNA BUENA EDUCACIÓN ABRIRLE PASO AL PROGRES
Los países del primer mundo se destacan por su nivel de educación y su gentilicio se distingue a todos los niveles, los centros de estudios gozan de prioridad como todo, privilegio que debe tener por derecho las universidades; todos los gobiernos por ley deben dar protección, preferencia especial y su presupuesto al día, tomándolo como una inversión sagrada indiscutible de que es el aporte que significa lo más necesario para una nación y para el mundo entero; todo está a la vista de que un país con gente educada y preparada es un país próspero y no hay margen para la delincuencia y los zánganos y así por medio de una buena educación abrirle paso al progreso para que la patria se sienta bien representada y orgullosa de sus hijos.
Lamentablemente lo que voy a narrar hoy no está consono con mi forma de escribir ni con los que deseamos el bien y pensamos en positivo; porque lo que hablamos hoy es triste y lamentable sobre la UCLA (Universidad Lisandro Alvarado) que fue hasta hace 22 (veinte y dos) años un centro de estudio de gran prestigio en todo el planeta, los egresados de esa máxima casa de estudio cualquiera que sea su profesión son reconocidos como los mejores y se destacan como tal, para ser orgullo de los que estamos pendientes de las cosas buenas que resaltan en nuestra nación y enaltecida la Región Centro Occidental en ver el profesionalismo de sus egresados, el rendimiento y aporte que han generado; en cualquier país donde residan son premiados y admirados de primera línea; lamentablemente muchos ausentes por razones que todos conocemos.
La UCLA tenía un registro de estudiantes en todas las carreras un poco más de veinte y un mil (21000) hoy tengo entendido que la población de estudiantes no llega a los diez mil (10000) y posiblemente baje por falta de todo lo que necesita una institución tan necesaria y de tanto prestigio como lo era la UCLA, hoy subsistiendo, haciendo todos los esfuerzos para no desaparecer con el aporte y sacrificio de los profesores que no ganan el sueldo de un obrero; debemos saber de qué las becas de los estudiantes el aporte que da el gobierno es de Once dólares (11 $) ni para el transporte les alcanza; nadie entiende el porqué de esta desidia, como que si fuesen enemigos o adversarios de tan noble causa; pero con toda voluntad y con ayuda del Espíritu Santo tengamos fe de que la UCLA volverá a sus buenos tiempos y seguirá aportando al mundo y formando profesionales de primera línea.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán