Trabajo de: www.runrun.es
El próximo año escolar Alexandra, Fabiana y Matías lo comenzarán en otro colegio. A raíz del aumento de matrícula de la institución privada donde estudiaban, su padre, Johnny, decidió cambiarlos a uno más económico. «No puedo pagar 280 dólares por cada chamo. Mi esposa y yo acordamos que nos íbamos a mudar a otro que está en $80 el mes”. A Johnny le da algo de tristeza el cambio porque esto podría significar una desmejora en la calidad educativa. “Este donde estaban era bilingüe con algunos profesores extranjeros y tiene excelentes instalaciones, pero ya para nosotros es imposible costear algo así».
Así como Johnny, varios representantes de alumnos en instituciones privadas de Venezuela han manifestado su descontento por el incremento en el arancel. «Y nos dijeron que para enero puede venir otro aumento», agregó Johnny.
De acuerdo a Fausto Romeo, presidente de la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados (Andiep), el incremento en la cuota de escolaridad este año en los colegios privados ronda entre el 40% y el 80%.
“En medio de esta crisis económica es muy difícil para un colegio mantenerse, por eso se producen ajustes que pueden ser antipáticos para los representantes, pero son necesarios”.
Carlos Cedeño, miembro de la Red de Madres, Padres y Representantes, sostuvo que el aumento de matrícula en este año escolar responde a la dinámica inflacionaria en la que conviven los venezolanos.
“Esta situación de anarquía económica en la que vivimos creó un efecto en el costo de los bienes y servicios en el país y por supuesto los colegios no escapan a eso”, dijo el investigador.
Tulio Ramírez, presidente de Asamblea de Educación, señaló que el 70% de los ingresos de un colegio privado se emplea para el pago de la nómina y el otro 30% es usado en gastos operativos.
“En Venezuela los costos de mantenimiento de infraestructura escolar han subido enormemente. Mantener una infraestructura que es usada a diario por 300 o 400 personas es cuesta arriba, además hay que recordar que la mayoría son viejas y tienden a deteriorarse con frecuencia”, sostuvo Ramírez.
Cedeño indicó que si bien algunos padres y representantes no están conformes con el aumento de matrícula, los docentes tampoco lo están con los sueldos que perciben.
“Nadie está conforme porque la situación económica de encarecimiento de la vida es un problema estructural que lo abarca todo”.
Romeo aseveró que los colegios suben como consecuencia de una cadena de incrementos en todos los rubros. «En los últimos meses hemos visto una subida de precios en los servicios basada en la tasa del dólar. Electricidad, agua, teléfono, recolección de basura, internet…todo se ha disparado y a los colegios le toca hacer frente a la situación».
Migración a otros colegios por incremento de matrícula
Ramírez no descartó que lo mismo que hizo Johnny con sus hijos, lo hagan otros padres y representantes.
“Siempre hay una posibilidad de ir de un colegio privado a otro. Lo que no creo es que un padre después de tener a sus hijos en un colegio privado lo vaya a mandar a uno público, porque todos sabemos los problemas que esto acarrea, la posibilidad es remota”.
Cedeño dijo que sin duda podría acentuarse la movilidad de alumnos entre un colegio privado y otro en busca de mayor oxígeno económico.
El miembro de la Red de Madres, Padres y Representantes informó que cuando se habla de problemáticas en colegios privados es apenas la punta del iceberg de la educación venezolana.
“Los colegios privados solo albergan a un 15% de los alumnos en Venezuela, es decir el otro 85% está en la educación pública. La realidad es que la mayoría de los venezolanos no tienen recursos para pagarle un colegio privado a sus hijos”.
Ramírez aseveró que hace cinco años la cifra de alumnos estudiando en colegios privados se ubicaba en 25%.
“Es un número que ha venido descendiendo por la diáspora, los altos costos y más recientemente la pandemia”.
De acuerdo a cifras oficiales, para 2020 en el país operaban 5.000 escuelas privadas, pero tan solo 1.900 se encontraban afiliadas a la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados (Andiep), Cámara de la Educación Privada (Cavep) y Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec).
“En el país hay entre 24 y 25 mil escuelas entre públicas y privadas, pero esto no es una cifra oficial porque el Ministerio de Educación no informa a través de la Asamblea Nacional”, indicó Ramírez.
Cedeño manifestó que algunas instituciones públicas hacen un esfuerzo por tender una mano a alumnos en situación de vulnerabilidad.
“Los colegios privados tienen que tapar el déficit del sistema público en Venezuela que es bastante amplio, los padres hacen sacrificios para brindarles una educación de calidad a sus hijos”.
Ramírez manifestó también que la diáspora ha conspirado para que haya menos alumnos en los colegios privados. “Cada vez son menos insertados en la educación privada debido a la diáspora”.
Ausencia de maestros
A la crisis económica y la migración se suman la ausencia de docentes capacitados. “No hay maestros, eso se ha convertido en un recurso muy escaso, no hay casi personas estudiando educación y eso es un problema realmente grave. Y es que por ejemplo, el salario que devengan los maestros en escuelas oficiales no es competitivo con ningún oficio, cualquier cosa a la que se dediquen les genera mayor rentabilidad”, sostuvo Cedeño.
Romeo dijo que la diáspora ha cobrado sus víctimas en la educación venezolana. “Creemos que han podido irse del país entre 300 y 500 mil alumnos y un aproximado de 5 mil docentes”.
Aunque por razones de confidencialidad no pudo revelar cifras, Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), dijo que el ingreso de estudiantes a la carrera ha disminuido progresivamente desde 2012.
“Aunque desde hace un par de años estamos en una fase de estabilidad. Buena parte de las Escuelas de Educación en el país tenemos operando apenas una cuarta parte de la matrícula en comparación con hace diez años”.
Calatrava indicó que hasta los momentos ninguna especialidad de la carrera se ha visto obligada a cerrar sus puertas. «Unas con más estudiantes que otras, como es el caso de Ciencias Pedagógicas, Idiomas Modernos y Educación Inicial, otras con pocos como Ciencias Sociales, Física y Matemáticas».
Informó además que actualmente la demanda de la carrera de Educación en la Ucab es similar a la de Economía, Relaciones Industriales, Letras e Ingeniería Civil.
“El bajo sueldo de los docentes siempre ha existido y nunca ha sido un factor de impacto en la matrícula, la decisión de no estudiar tiene que ver con la crisis y la de muchos padres de no comprometer a sus hijos en procesos académicos largos, prefieren que trabajen o que se vayan del país a hacer otra cosa”.
Romeo sentenció que según evaluaciones de la Andiep, un docente debería devengar como base un sueldo cercano a los 200 dólares. «Por supuesto eso depende del proyecto educativo que ofrezca cada institución».
La Sundde ya no se mete con la matrícula
Tulio Ramírez sentenció que la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) se ha mantenido al margen con el paulatino incremento de las matrículas en los colegios.
“Entienden que la educación privada está resolviendo en buena medida el problema de la educación en el país. Hay que tener claro que los márgenes de ganancia por aumento de matrículas son relativamente bajos, por esa vía se está recogiendo cada vez menos”.
Ramírez manifestó que a través del aumento de matrículas, actividades extracurriculares y proyectos educativos es posible paliar el déficit económico en los colegios privados.
“No son muchas las opciones, pero los colegios tienen que buscar la forma de mantenerse y en ese sentido pueden brindar actividades extracurriculares que les representen una entrada adicional o establecer proyectos educativos a mediano plazo donde involucren a los padres y representantes y con la intención de atraer a más estudiantes ”.
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