Hasta la saciedad está demostrado que la radio es un medio de comunicación ideal para la emisión de noticias dada su inmediatez. Pero su efectividad está relacionada con el correcto uso de sus ricos recursos sonoros dirigidos a estimular el sentido del oído que determina el tipo de periodismo desarrollado, bien sea el temporal o reflejo.
El periodismo temporal fue inventado por el orador norteamericano Edward R. Murrow en la década de 1930 al calor de la Segunda Guerra Mundial, cuyo epicentro es la actualidad al máximo. Su contrario es el periodismo reflejo levantado con copias de otros dispositivos sin procesamiento radiofónico.
En la radio venezolana, desde su comienzo en mayo de 1926 con AYRE, ha predominado el periodismo reflejo lejano y desactualizado por ser el espejo de otros medios. Es lo que se conoce como el añejo formato del radio periódico o diario del aire. El mismo coloca a la radio venezolana en desventaja como consecuencia de la atrofia por no crecer.
Esa práctica de transmitir informaciones de los periódicos cesa en Estados Unidos, pero continúa hasta la actualidad en algunos países de Latinoamérica, entre este Venezuela. Ello pese a la utilización de la avanzada tecnología digital que raya en la hipertrofia.
En el caso de Venezuela el problema sigue en pie pues son exiguos por no decir nulos los cambios en el frente de la información por la radio. Un hecho que coloca a nuestro sistema radial en situación de atraso con respecto al más avanzado de Latinoamérica como es el de Colombia con Caracol y RCN. Ambos trabajan íntegramente con periodismo temporal apoyado en sonidos y voces con exigua narración de cuartillas.
Principia a partir del surgimiento de AYRE en mayo de 1926, en el marco de una feroz dictadura, cuyo noticiario era hecho con lecturas de noticias del periódico por el locutor de guardia. Es decir, que nació negando las condiciones científicas para la emisión de noticias por radio. El género en la radiodifusión venezolano nació en condiciones de atrofia por falta de diversos recursos, entre otros la carencia de necesarios y suficientes recursos.
Proseguirá en lo sucesivo hasta el surgimiento el 16 de julio de 1959 de Noti Rumbos que efectúa cambios de forma, entre estos la incorporación de redactores. Eso constituyó un avance al asumir el periodista el proceso informativo y no el locutor de guardia. Pero no escapa a la subordinación de los periódicos con su lema: “El periódico impreso en la radio”.
Por ende, constituye un craso error la transmisión de noticias sin la necesaria adaptación de otras aplicaciones, las cuales por lo general están concebidas para el ojo humano y no el oído. Están redactadas con oraciones subordinadas y largas conformadas por más de 20 palabras inadecuadas para el oído.
Este tipo de periodismo hace de la radio un canal lejano y desactualizado visto que niega su “aquí y ahora” al emitir constantemente información del pasado con retraso de más de 24 horas. En esas condiciones no existe la inmediatez que caracteriza al medio de las ondas hertzianas. Eso despoja al género de la magia, expresividad y estética radial que emanan de la conjunción de los contenidos actuales, formatos informativos más el rico lenguaje radiofónico.
Con el giro de la tecnología analógica a la digital el periodismo radial de Venezuela ha pasado a las redes y páginas web que disponen de sus propios códigos comunicacionales. A falta de adaptación esos contenidos son emitidos tal cual aparecen en la fuente original por medio de las ondas hertzianas por AM y FM. Por falta de personal especializado no existe tratamiento radiofónico de los mismos lo cual quebranta los requisitos del periodismo radial. El noticiario lo sigue haciendo el locutor de guardia.
A ese negativo cuadro se unen los errores en que incurren periodistas y locutores con lo cual anulan la fuerza comunicacional de la información por la radiodifusión. Ello por no cumplir con las normas universales establecidas para la emisión de noticias por esta aplicación tecnológica. Continuará.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: freddytorreal11.com