Ciertamente existe una disolución estructural entre los partidos políticos y la sociedad venezolana en su conjunto, ello es un problema que se necesita solucionar con urgencia mediante una revisión profunda de estas organizaciones y un proceso de ajustes dentro de sus organigramas, no obstante esas notorias deficiencias diagnosticadas por politólogos y analistas, a los cuales sumamos nuestros nombres, existe una verdad que para bien o para mal gravita sobre los escenarios pragmáticos orientados hacia las elecciones presidenciales del 2024: La Plataforma Unitaria con sus elecciones primarias para escoger un candidato, por supuesto unitario, tiene el control del tablero político de la oposición venezolana.
Lo positivo de esto es que los partidos de mayor peso dentro de la Asamblea Nacional del 2015, han tenido reacomodos internos con miras a incrementar su eficiencia electoral al mismo tiempo que intentar conectarse con amplias franjas de sectores independientes anteriormente contiguos al mundo partidista, como sindicatos, ONG, gremios profesionales y empresariales y en general grupos humanos convocados para trabajar por intereses generales de la comunidad.
El problema es que hasta los momentos esa plataforma unitaria no ha logrado crear estructuras simbióticas que permitan la integración en igualdad de condiciones de un amplio espectro de ciudadanos que quieren un cambio político en el país, pero que no desean ser parte de estructuras cerradas donde las decisiones son tomadas por elites que centralizan el mando a nivel nacional.
Lo positivo es que actores de oposición como María Corina Machado hayan tomado la opción de participar, algo que en verdad para la opinión pública es una buena señal de amplitud. Sus exigencias están a tono con el pedimento de espacios ciudadanos que reclaman unas primarias bajo la rectoría de la Sociedad Civil y con participación de los venezolanos que están fuera del país, fugados de la cruda realidad que mantiene a Venezuela en pobreza lacerante. Respecto a la colaboración que debe solicitar la plataforma unitaria a los sectores independientes adelantamos que en el Movimiento Decode estamos, como siempre, dispuestos a darle apoyo a estos esfuerzos unitarios.
Provechosas son todas las declaraciones de la dirigencia partidista en crear un acoplamiento político con las vanguardias ciudadanas que cotidianamente tienen presencia en la calle y los medios de comunicación social, lo negativo es que estas palabras no se hayan concretado y todas estas proclamas se hayan convertido en una retórica que no traspasa el mundo noticioso para instalarse en una agenda de actividades compartidas.
El gran obstáculo a vencer, además de que las candidaturas para las primarias de las fuerzas partidistas sean acogidas unitaria y propiamente por la sociedad civil, es despejar la desconfianza que la población en general tiene en relación al sistema electoral, victimario de tantos fraudes que ha sufrido el ciudadano que impotente ha visto los abusos de un Consejo Nacional Electoral genuflexo ante las órdenes del oficialismo arbitrario. Conseguir condiciones dignas de unas elecciones libres son propósitos que deben tener los partidos políticos en las mesas de negociaciones que comparte con el malandro y escurridizo grupo que representa al gobierno. De ello depende una masiva participación ciudadana en las elecciones, lo cual, ante el rechazo que popularmente tiene el actual régimen, aseguraría un notable triunfo de la oposición.
Por lo pronto la realidad es que la plataforma unitaria tiene control del tablero electoral y eso es tener control de la política, eso es bueno y para ser útil deben hacer prevalecer esta ventaja en el mediano plazo, ya que de no cuajar las expectativas este control se puede convertir en un bumerán asesino que fracture la intención unitaria de manera grave y mortal para el país.
Jorge Rosell y Jorge Euclides Ramírez