En el marco de la 78º Asamblea Anual de Fedecámaras que se llevó a cabo en la ciudad de Mérida, el presidente del gremio empresarial del país, Carlos Fernández, aseguró que el modelo económico venezolano se agotó y advirtió que si el gobierno sigue actuando tal como lo viene haciendo, es improbable que salgamos de la actual coyuntura que mantiene empobrecidos a millones de venezolanos.
“Tenemos que dar una mirada al futuro, no vamos a lograr los ingresos que necesita la nación venezolana si seguimos haciendo las cosas como las estamos haciendo, como las hacemos hoy y como pareciera que las vamos a continuar haciendo. Sin duda alguna vamos a tener algunas mejoras, pero pretender recuperar la economía que fue de 300 mil millones dólares, con un PIB por habitante de 10 mil dólares, a una economía que está en 60 mil millones de dólares, al ritmo que vamos ahorita, se nos va a ir completamente una generación y tendría que ser un milagro económico de 25 años para poder lograrlo y por eso debemos cambiar la mentalidad y la manera de hacer las cosas”, sentenció.
Explicó que la junta directiva de la cúpula empresarial del país, ha visitado gran parte de los estados de Venezuela y pudieron corroborar que Caracas es una especie de burbuja, lo que demuestra el alto grado de desigualdad que existe en el país.
“Hablando de la actual coyuntura es importante señalar que Caracas es una burbuja donde conseguimos combustible, donde no se va la luz, donde los trabajadores tienen un salario un poco mayor, sin embargo, en el interior de Venezuela la precariedad es visible sobre todo en materia de servicios públicos. El tema eléctrico es grave y sin electricidad no puede haber un desarrollo sostenible de la nación”, indicó el empresario.
Afirmó que el sector privado se cansó de esperar soluciones mágicas de un modelo rentista petrolero que se agotó y por este motivo comenzó a buscar los mecanismos para salir adelante, y esto a su juicio, ha dejado como consecuencia positiva un “incipiente” crecimiento económico que se concretó en el segundo semestre del año 2021.
“Las soluciones de los empresarios se basaron en las herramientas que brinda el mercado, ahora para fortalecer esas soluciones, por supuesto que se necesita institucionalidad y para que volvamos a tener una institucionalidad, primero tenemos que replantearnos si es verdad o no si fracasó el modelo y estamos absolutamente convencidos que sí fracasó”, dijo.
Añadió que las riquezas naturales serán cada día menos importante para apuntalar las economías y hoy en día “en el mundo de la información, de las tecnologías y del conocimiento nos indican que el mundo se está desmaterializando más, los procesos productivos se están desmaterializando más y es el talento, la tecnología y el mundo digital lo que está desarrollando cambios disruptivos de paradigmas y nosotros no podemos quedarnos atrás”.
Una propuesta de desarrollo
Al concluir la Asamblea Anual, Fedecámaras presentó al país un documento denominado “Un nuevo modelo de desarrollo”, calificado por Carlos Fernández, como una propuesta política de envergadura, de calado. Sin duda alguna, no es el rol de una sola institución ni es el rol de un solo actor, sino que tiene que ser la participación de toda una sociedad”.
“Estamos absolutamente convencidos que los trabajadores productivos en empresas eficientes, es el binomio insuperable para la inclusión social de las grandes mayorías, porque no hay nada más inclusivo que la formalidad que trae un empleo productivo. Los beneficios de la formalidad no es otra cosa que poner a las grandes mayorías a abrazar a la modernidad y a gozar de todos los beneficios y las ventajas y estar preparados para aquellas circunstancias normales en la vida, que por alguna u otra razón tenemos dificultades para producir, para mantener nuestros ingresos, por enfermedad, por accidente, porque nos quedamos sin nuestros empleos, pero para lograr la inclusión debemos apuntalar nuestro sistema de educación y capacitación y podemos decir que esta es una parte fundamental de nuestra propuesta”, explicó.
El dirigente empresarial resaltó el esfuerzo enorme del sector privado para recuperar la economía venezolana, no obstante, aplaudió la resistencia y la resiliencia de los trabajadores y de los ciudadanos venezolanos.
“Los trabajadores venezolanos son unos héroes, con salarios a veces menores que lo que costaba el propio transporte para llegar a su sitio de trabajo y no abandonaron sus puestos… Hoy en día siento que estamos haciendo historia, porque por primera vez los empresarios y los trabajadores venezolanos tenemos intereses similares, como son una mejora en la calidad de vida de los venezolanos y por supuesto la recuperación de nuestro país”, añadió.
En este sentido, criticó algunas opiniones las cuales aseguran que el empresariado busca una mejora en las condiciones laborales únicamente para aumentar el consumo y obtener mayor rentabilidad.
“Esto es totalmente falso, nosotros buscamos una mejora en la calidad de vida de los trabajadores, en su capacidad de compra para que puedan vivir dignamente. No hay nada más alejado de la realidad que los empresarios busquen mejoras para aumentar el consumo, nosotros queremos que el trabajador venezolano deje la informalidad y sea parte fundamental del desarrollo de nuestro país”, indicó.
Fernández señaló igualmente que todos los venezolanos debemos apostar por el entendimiento, porque de lo contrario seguiremos estancados “y ya estamos viendo las consecuencias de esto porque vemos como el crecimiento económico de 2021 puede estancarse en el futuro, si no hay cambios significativos en el modelo nacional.
“Tenemos que entendernos y en la medida que profundicemos el entendimiento, en esa misma medida vamos a lograr traer soluciones a los gravísimos problemas de los ciudadanos venezolanos”, dijo.
El modelo nos pide revisión y cambios
El presidente de Fedecámaras aseguró que desde hace muchos años el “modelo nos está pidiendo revisarlo y ha habido intentos, ha habido iniciativas de tratar de mejorar estos rendimientos del modelo, pero al final hemos seguido basados en el modelo extractivista de la renta”.
“Nada, absolutamente nada será como antes. Por ello, con una visión compartida -indispensable esta premisa- debemos avanzar e identificar nuevas formas de inclusión basadas en el esfuerzo colaborativo, en la inmensa generación de conocimiento y en el desarrollo de competencias y habilidades distintas en el quehacer productivo. Obvio, todo ello en el marco de plenas y vigentes garantías de libertad, igualdad, justicia y bienestar. Es decir, democracia y más democracia”, sentencia.
Sin embargo, advirtió que el petróleo es de todos los venezolanos y es la “palanca que más pronto nos puede poner cerca de ese salto cuántico de las innovaciones que hay que darle a la economía para superar el modelo actual, porque es el modelo que todavía tiene más competitividad a nivel global que los otros sectores de la economía. Esas 11 veces de más competitividad que tenía a diferencia de los otros sectores probablemente hoy no sea 11, pero sigue siendo el más competitivo”, subrayó.
“Y con los esquemas tradicionales no lo vamos a lograr. Es por eso que nosotros como institución nos hemos adelantado con este documento a insistir en la necesidad de que se hable sobre el tema petrolero y que de estas negociaciones bilaterales entre Estados Unidos y Venezuela se abra de alguna manera más flexibilidad para la participación y crecimiento de nuestra principal industria”, opinó.
Conclusiones de la propuesta
Este camino hacia el futuro ofrece una mirada amplia, curiosa, apasionada, hacia una Venezuela transformada al ritmo de la sociedad del conocimiento, la conectividad, la vida digital y una mayor esperanza de vida.
“No tenemos opciones. Hacia allá vamos. Hacia allá debemos ir. Convocamos a la sociedad a debatir y adoptar estas visiones compartidas sobre los inmensos desafíos y oportunidades que tenemos por delante. El mundo digital cambiará la vida de todos. De todos nosotros. Y no es posible pensarla, abordarla o gestionarla con esquemas previos. La condición de Venezuela es crítica. Exige esfuerzos, inteligencia y acuerdos como nunca antes, en un entorno cambiante e incierto. Nos urge un nuevo modelo de desarrollo a la luz de las oportunidades que nos traen el cambio tecnológico y la resiliencia y vocación de modernidad de los venezolanos”, sostiene el documento.
Indica además que los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las agendas globales sobre cambio climático y la transformación digital son referentes para organizar inquietudes, intercambios y agendas, todo con un sentido de urgencia en temas sustantivos como la desigualdad, el aprovechamiento de los recursos y el cuidado hacia las siguientes generaciones.
“No podemos mirar para otro lado. Y no lo haremos. La industria y el quehacer empresarial en el mundo se transforman consciente y aceleradamente. Se adoptan agendas y se invierte en procesos propios de la irreversible transición energética. Como país productor y exportador de petróleo ello nos trae profundas connotaciones profundas y entraña un proceso de economía política que exigirá voluntad política, desapasionado debate y mucho compromiso para acometerla”, advierte la propuesta.
“Si anticipar el futuro es imposible, es mandatorio disponer de una mejor imagen de hacia dónde apuntar y unir esfuerzos. La gravedad de la actual situación de Venezuela nos conmueve pero no nos paraliza. Nunca sabremos si alcanzaremos todos los futuros que aquí presentamos. Pero lo que sí es cierto es que se requiere de un esfuerzo superior por parte del sector empresarial si queremos alcanzar las mejores opciones de futuro. Ha sido un esfuerzo mayor presentar y ofrecerle al país una imagen de un futuro mejor que nos merecemos. Sin embargo, mucho más extenso, complejo y ambicioso será el que pondremos para la construcción de su marco institucional. Sin él no habrá avance alguno. Convocamos a toda la sociedad venezolana a lograr un país de avanzada”.
Más información: www.termometronacional.com