El año escolar 2021-2022 está en su recta final, sin embargo, las condiciones de trabajo de los docentes venezolanos siguen caracterizándose por los bajos salarios, poca o ninguna seguridad social y una infraestructura escolar pública que prácticamente se encuentra en el piso.
A este escenario hay que añadirle que la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE), aplicó un reglamento donde desconoce los beneficios de la contratación colectiva magisterial, eliminando primas y beneficios que fueron discutidos por los gremios educativos y aprobados por el propio gobierno nacional.
Termómetro Nacional conversó con Orlando Alzuru, presidente de la Federación Venezolana de Maestros, quien hizo un balance al cierre del actual año escolar y llega a la conclusión que es necesario transformar el sistema educativo venezolano de manera urgente, porque los principales afectados son los niños, niñas y adolescentes que salen de los planteles educativos con una preparación muy limitada.
“Los gremios educativos debemos sentarnos con el ministerio de Educación, en primer lugar a definir todo lo relacionado con la convención colectiva, porque un docente mal remunerado no puede desempeñarse de manera óptima en un aula de clases. También es fundamental que se haga una cayapa en los centros educativos, porque hay algunos que están en condiciones sumamente deplorables y en este sentido, debemos ser responsables porque hemos visto como la actual ministra Yelitze Santaella se ha ocupado en rescatar la infraestructura, sin embargo, todavía no es suficiente”, explicó.
Reveló que ya han sostenido algunas reuniones con el gobierno para definir el contrato colectivo, pero advirtió que está en puerta el período vacacional, lo que genera un retraso de un mes y medio en la discusión.
“Nosotros hacemos un llamado para que no se detenga la discusión del contrato colectivo, porque actualmente los docentes venezolanos no pueden satisfacer sus necesidades básicas por los bajos salarios. Estamos conscientes que nosotros los educadores tenemos una ventaja con respecto a otros trabajadores públicos, porque un bachiller docente, según nuestra tabla salarial está ganando un aproximado a 50 dólares mensuales, mientras que un docente 6, que tiene postgrados y hasta doctorado, está ganando unos 100 – 110 dólares mensuales, sin embargo, nadie puede vivir en Venezuela de manera digna con esta cantidad de dinero”, mencionó.
Al ser consultado cuál es la propuesta del magisterio en materia salarial para la nueva convención colectiva, informó que el magisterio venezolano se pliega a lo establecido en el artículo 91 de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
“La constitución establece que todo venezolano debe devengar un salario mínimo que se ajuste a la canasta básica. Hoy en día la canasta alimentaria está por encima de los 400 dólares y la canasta básica normativa pasa de los 900 dólares mensuales y nuestra propuesta estaría enmarcada en esos dos montos”, puntualizó.
En este sentido, Alzuru aclaró que en Venezuela no hay un monto definido para vivir dignamente, porque los altos índices de inflación hacen que la capacidad de compra de los venezolanos merme diariamente.
Por otra parte, el gremialista hizo un llamado a la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE) para que derogue todas aquellas medidas que fueron aplicadas, que desconocen los beneficios establecidos en la convención colectiva del magisterio.
“Hemos estado luchando para recuperar algunos beneficios que fueron derogados por la ONAPRE de un solo plumazo y esto no podemos seguir permitiéndolo. Mientras no se firme la nueva convención colectiva del magisterio, es importante recordar que está vigente la anterior, por lo tanto esas primas que nos quieren arrebatar, ya fueron aprobados y refrendadas por el gobierno, son un derecho adquirido de los trabajadores de la educación y por eso deben respetarlas”, sostuvo.
Alianza Social para la recuperación
Por su parte, Luisa Pernalete, miembro del Centro de Formación e Investigación de Fe y Alegría en la línea de Convivencia y Ciudadanía, explicó que entre los desafíos en cuanto a la educación de los niños en el presente y en el futuro es recuperar parte de la comunidad estudiantil que desertó durante los últimos años en Venezuela.
“Hay un reto que tenemos todos los educadores que es recuperar (estudiantes) los que se han ido, ¿cuántos? no sé, porque eso es uno de los problemas que tenemos que aquí no hay datos oficiales”, indicó.
La integrante de Fe y Alegría señaló que en el sector se debe realizar un trabajo en conjunto por la educación, donde participen todos los actores y sectores sociales tantos los docentes como las autoridades.
“Una escuela necesita agua potable, transporte público, que los docentes ganen decentemente, que las escuelas estén resguardadas, no es posible que roben las escuelas y no tenga dolientes. Necesitamos una alianza de todos los actores sociales, incluidos los empresarios”, aseguró.
La profesora destacó que desde la Unesco están preocupados porque existe un retroceso en los últimos dos años de pandemia, donde el 50% de los niños de 10 años en América latina no saben leer un texto, lo cual impide el desarrollo y formación óptima del niño.
“Necesitamos hacer un llamado a una movilización a favor de la educación y aquí en Venezuela subrayo, porque con la emergencia sanitaria, en todos lados tenemos un gotera en el techo, es muy importante que todos los actores sociales tengamos la educación como parte de la preocupación y ocupación”, apuntó.
La deserción es importante
Raquel Figueroa, especialista en políticas educativas y dirigente sindical de la Federación Colegio de Profesores de Venezuela, advierte que la deserción de docentes en el país en los últimos años en Venezuela ha ido aumentando.
La deserción docente en Venezuela supera el 56 % para este año y este porcentaje se ha venido incrementando desde el año 2016″, explicó.
El Diagnóstico Educativo de Venezuela (DEV 2021), realizado por DEVTech Systems en alianza con el Centro de Innovación Educativa (Cied) de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), reveló que en 2021 había 502 mil 700 maestros y maestras activos. Es decir, 166 mil profesores menos (-25%) que en 2018, cuando la plantilla era de 699 mil.
Los especialistas en materia educativa sostienen que la deserción docente se da básicamente por la pulverización del salario, el cual no alcanza para satisfacer las necesidades básicas, tal como lo comentó Orlando Alzuru, presidente de la FVM.
Finalmente, los gremios magisteriales, los especialistas en educación e incluso las ONG defensoras de DDHH, advierten que si no se realiza una transformación y el rescate profundo del sistema educativo venezolano, la situación va a ser peor para el año próximo y los principales perjudicados seguirán siendo los niños, niñas y adolescentes que verán comprometido su futuro, porque no tienen una preparación adecuada para afrontar la educación universitaria.
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