Charles Leclerc procuró no perder la paciencia mientras el infortunio se cebaba con Ferrari, incluyendo una sucesión de cinco carreras de la Fórmula Uno en las que el piloto monagesco quedó apartado del podio.
Después de su victoria el domingo en el Gran Premio de Austria, Leclerc recuperó la sonrisa.
Leclerc sufrió en las últimas vueltas por el desperfecto del acelerador, algo que le complicó controlar la velocidad en las curvas.
Fue la otra cara de la moneda para Carlos Sainz Jr., su compañero de Ferrari. Las pretensiones del español de quedar segundo en Austria se disiparon por una avería del motor, justo cuando parecía que iba a rebasar al líder y actual campeón Max Verstappen. Sainz salió del monoplaza cuando las llamas empezaba a lamerle el traje de competencia. Sano y salvo, se sentó en el césped para contemplar su mala suerte.
Sainz venía de ganar el Gran Premio Británico la semana pasada, en el que Leclerc retrocedió del primer al cuarto puesto.
Tras la decepción en Silverstone, Leclerc logró aguantar los embates de Verstappen y superó al neerlandés por 1,5 segundos.
Con su tercera victoria de la temporada, Leclerc reflotó sus aspiraciones de pelear el campeonato con Verstappen.
Fue el primer triunfo de Leclerc desde el Gran Premio de Australia en abril. Después de un segundo lugar en el Gran Premio de Estados Unidos en mayo, las siguientes cinco carreras del monagesco incluyeron dos en las que no pudo terminar, dos cuartos y un quinto.
“Trataba de mantenerme optimista, pero obviamente fueron carreras muy duras que se sucedían y en las que todo me salía mal”, dijo Leclerc, quien también ganó el GP de Bahréin. “Finalmente hemos dado con la tecla y es una bonita sensación el volver a ganar”.
Leclerc sufrió en las últimas vueltas por el problema del acelerador.
“¡Vamos!”, gritó Leclerc por la radio tras cruzar la meta. “Estaba asustado, bien asustado. ¡Sí!”
Verstappen se apuntó el punto de bonificación por registrar la vuelta más rápida, añadiéndolo a los ocho que obtuvo al ganar el sprint el sábado.
Lewis Hamilton entró tercero con Mercedes para su tercer podio seguido. Russell fue penalizado cinco segundos por el incidente con Pérez, pero logró entrar cuarto. Más impresionante fue que Mercedes tuvo que reparar ambos monoplazas por colisiones el viernes.
“Sacamos puntos valiosos”, dijo Hamilton. “Estoy bien agradecido con el equipo por haber trabajado tan fuerte”.
Leclerc se exasperó en el GP Británico, ya que Ferrari decidió mantenerle en pista en vez de entrar a pits por nuevos neumáticos durante el ingreso de del coche de seguridad en la parte final. Sainz acabó llevándose su primera victoria y abrió una discusión sobre divisiones en el seno de la escudería.