Indignación me causó ver el muñeco inflado encabezando el desfile militar con motivo del 5 de Julio, Día de la Independencia de Venezuela, porque esa no era la forma adecuada para celebrar la fecha más importante de la patria, ya que el acta independentista significa el nacimiento de la nación y, por tanto, la que merece el mayor respeto de todos los venezolanos.
Al hacer esa confesión a El Impulso, el doctor Joel Rodríguez Ramos, quien por espacio de treinta años fue profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), aún se muestra indignado por cuanto no entiende cómo el alto mando militar permitió que Nicolás Maduro, en lugar de hacerse presente en ese acto, haya enviado un monigote apropiado al carnaval en representación de quien es comandante jefe de la fuerza armada y presidente de la República, que constitucionalmente debe ser el primer ciudadano en respetar y hacer respetar los valores patrios del país.
Si se encontraba en Miraflores, desde donde envió un mensaje para ser escuchado y visto a través de una pantalla y transmitido en cadena de radio y televisión, entonces, estaba en posibilidad de haber asistido al acto ceremonial por obligación de las funciones que desempeña.
Y en caso de que no pudiera haber asistido, desde luego, ha debido enviar a la persona que ocupa la ejecutiva, ya que así lo establece la Constitución. No ha debido recurrir a usar un monigote. porque está haciéndole un desprecio no sólo a la fuerza armada, sino al valor fundamental de la independencia de Venezuela.
¿Cómo la representación del jefe del Estado venezolano va a ser un muñeco inflado caricaturesco que, aunque sea una figura alegórica a su persona, jamás de los jamases puede ser la del ciudadano que debe comandar a la fuerza que está constituida para defender el país?, formuló la pregunta y añadió: Es la fiesta sagrada de la patria, no un carnaval.
Poco faltó para que el Himno Nacional, que es de gran solemnidad, fuese interpretado en ritmo de salsa o guaracha para ser bailada.
Lamento mucho que se haya perdido la dignidad de las instituciones y de los actos sagrados con los cuales se honra la patria, manifestó el profesional del Derecho y experto constitucionalista. Me da la impresión de la falta de conciencia que tiene el señor Maduro de lo que significa la patria, el extraordinario valor histórico de la fecha y el pueblo de Venezuela.
Desde hace tres años, el presidente no se hace presente en los actos del 5 de Julio, porque, presumiblemente, toma medidas de prevención a su salud después de la aparición del virus del COVID-19.
Sin embargo, llama la atención que ha asistido a otros actos, como el del inicio del año judicial en el Tribunal Supremo de Justicia y también ha salido del país para reunirse con mucha gente. La última vez estuvo doce días fuera de Caracas en un periplo que comprendió Turquía, Argelia, Irán, Kuwait, Qatar y Azerbaiyán, donde no sólo conversó con mandatarios, sino que asistió a actos solemnes. Al realizar sus giras nunca envió al caricaturesco muñeco inflado como su representante. Se hizo presente en carne y hueso, mostrándose respetuoso con sus anfitriones. Aquí le ha faltado el respeto a las instituciones y –lo más grave—a la patria en la celebración del acto de mayor seriedad, relevancia y trascendencia histórica.
-Al parecer, la historia no tiene importancia para el gobierno. ¿Recuerda usted que Hugo Chávez, en uno de sus programas, dijo que Simón Bolívar había nacido en Capaya, en predios de Barlovento, y no en Caracas?
-Vamos a considerar esa declaración como una equivocación, porque si él estudió historia ha debido saber que Bolívar nació en Caracas, en una casa que todavía existe. Aún más, existe el acta de bautismo que precisa la fecha: 30 de julio de 1783. La suscribe el doctor don Juan Félix Jerez y Aristeguieta, presbítero con licencia, y así consta en el documento del bachiller Manuel Antonio Fajardo de la catedral de Caracas.
-Además, aquí le han quitado nombres a cerros, autopistas y estados.
-Al Ávila le dieron el nombre de Waraira Repano, como le decían los caribes. A la autopista Rafael Caldera le pusieron Cimarrón Andresote y últimamente se ha formado una polémica por eliminar el nombre a la autopista Francisco Fajardo, de Caracas. A la parroquia Juan de Villegas le han eliminado ese nombre correspondiente al bisabuelo de Simón Bolívar y colocado el de Ana Soto, supuesta heroína indígena. Y al estado Vargas que reconocía a la figura más sobresaliente en su tiempo, de la ciencia en Venezuela, como lo fue el sabio José María Vargas, padre de la medicina nacional, también fue anulado para darle a la entidad la identificación de La Guaira. Son decisiones tomadas arbitrariamente, las cuales nada tienen que ver con la obligación de resolver los problemas colectivos,
–¿Cómo se explica que el propio Chávez se empeñara en descalificar a José Antonio Páez, principal personaje de Carabobo?
-No existe explicación. Bolívar y Páez, ciertamente, tuvieron sus desavenencias, pero no fueron relevantes. Pero, Páez tuvo un gran respeto por Bolívar. No entiendo esa aversión que mostró el hoy desaparecido señor Chávez contra quien fue uno de los principales héroes independentistas.
–¿Y qué nos dice del retrato en que Bolívar parece más un zambo que un descendiente de su familia española?
-Ese lo mandó a hacer Chávez en un laboratorio de Barcelona, España. No es, aunque pretenda hacerlo ver el gobierno, el verdadero Bolívar. El propio Libertador reconoció que el mejor retrato que le fue hecho fue pintado por el peruano José Gil Castro y así consta en una carta que Bolívar le envió al general inglés Sir Robert Thomas Wilson en la cual le decía textualmente: “Me tomo la libertad de dirigir a usted un retrato mío hecho en Lima con la más grande exactitud y semejanza.” Son palabras expresivas, contundentes, de que el propio Simón Bolívar se veía reflejado en esa obra de 1825, cinco años antes de su muerte. Igualmente existen otros cuadros pintados por reconocidos pintores como Epifanio Garay, Rita de Peñuela y otros que lo retrataron cuando el héroe posaba para ellos. No tiene sentido de haber hecho un rostro, por cierto utilizado en los billetes de la última reconversión monetaria, para dar la impresión de que Bolívar era un zambo, que era la denominación que se le daba en la época a los hijos de indio y negro. O más bien de mulato, descendientes de blanco y negro. Esas diferencias que existían en la colonia (blancos o pardos, negros, indígenas, cuarterones, quinterones, salto atrás y los que antes se han mencionado) desaparecieron en este país hace muchísimos años. Bolívar era un hombre aristocrático, dueño de haciendas y procedente de una familia muy educada. El mismo estuvo en Europa y hablaba con gran propiedad la lengua castellana. Es incorrecta esa pretensión de convertir a Bolívar en una figura distinta a la que el Libertador tenía. Han querido meter esa imagen en el cerebro de los venezolanos, pero no han podido porque la figura conocida de Bolívar está inmortalizada en más de veinte cuadros de la época que él vivió.
-Este gobierno vive hablando del pasado indígena de Venezuela, pero, ¿no es un doble discurso cuando las etnias se encuentran en el abandono y cada día mueren los indígenas por enfermedades que habían desaparecido del país, como la tuberculosis y el paludismo?
-Además de que no tienen debida atención médica, con frecuencia se tienen noticias de que son atacados por individuos armados pertenecientes a las guerrillas, al narcotráfico, y a otros delincuentes. Como no tienen cómo defenderse se van a Brasil, desde donde no quieren venirse porque tienen más seguridad que aquí, donde no hay seguridad. No son respetados. Y la muestra más clara fue que los diputados de Amazonas para la Asamblea Nacional del 2.015 nunca pudieron instalarse, porque el Tribunal Supremo de Justicia anuló las votaciones y nunca éstas fueron repetidas. Ni hasta ahora ha habido una decisión sobre tal procedimiento. Insólito que un estado de la República haya perdido su representación durante cinco años. Es un hecho sumamente grave. Y, por supuesto, los indígenas no quieren al TSJ porque produjo una situación triste, lamentable.
Aquí han ocurrido muchas cosas absurdas. A la Asamblea Nacional legítima se le montó una Constituyente, que no hizo ninguna Constitución, ni siquiera reforma alguna. Nuevamente se está hablando de Constituyente cuando éste país ha tenido 25 Constituciones. La primera que se hizo en el país fue también la primera que hubo en América Latina. Los Estados Unidos han tenido una sola.
Si ha de hacerse otra, pienso, debe ser para establecer un parlamento con dos cámaras como existió antes y fijar un solo mandato presidencial. Porque el mayor error que se ha cometido ha sido el de que un presidente pueda ser reelegido. Esto comenzó con Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera. Ha debido seguirse el ejemplo de Rómulo Betancourt, quien rechazó volver a ser candidato. Porque la experiencia ha demostrado que los segundos mandatos no han sido buenos. Si es uno, el presidente se puede esmerar en hacer las cosas bien, porque debe dejar obras y servicios eficientes. Con un solo mandato se le da oportunidad a las nuevas generaciones de plantear nuevas ideas, de que funcione una democracia y no que ésta sea utilizada para imponer dictaduras como ha ocurrido en Venezuela y cuyas consecuencias son muy lamentables, porque después de haber sido un país receptor de emigrantes ahora somos el que está arrojando más ciudadanos al exterior y perdiendo profesionales altamente calificados que en otras partes están fortaleciendo las economías de diferentes países.
Recuerdo a una señora chilena que a través de la televisión relataba que había sido tratada por médicos venezolanos y jamás había recibido un trato tan humano de profesionales de la medicina.
Así como médicos hay otros profesionales que están dando toda su capacidad en otras latitudes, mientras aquí sufrimos las consecuencias de problemas tan graves como el de la salud.
–Y educación, doctor.
–Claro. No están bien preparados los estudiantes. Así no podremos construir el país que requerimos. Y por eso es que los políticos deben ponerse de acuerdo para restablecer la democracia, que nos permita a tener un país dinámico, emprendedor y con verdadero futuro, presidido por un ciudadano con buenas ideas, un buen gabinete de excelentes ministros y que no utilice un muñeco inflado para que lo represente ante las instituciones y el pueblo.