Viene de ¿LEY O AUTOSUICIDIO? Parte IV– Análisis de algunas propuestas que surgen de la desesperación de los caficultores que sobreviven a un sistema económico injusto,
Históricamente, el café, ha participado en los principales hechos políticos que han regido los destinos de la humanidad, yo lo tildo de “Café Revolucionario.”
En el “Café de Procopio”, en Paris se urdió la Revolución francesa, en el “Dragón Verde” de Boston, la Revolución norteamericana, en el “Café La Habana”, en ciudad de México, la Revolución Cubana”, así como también se dice que allí, Gabriel García Márquez, “El Gabo,” escribió su célebre obra: “El Coronel no tiene quien le Escriba.”
En Caracas, el célebre Henri Charrière, mejor conocido como “PAPILLÓN”, fue propietario de un excelente café, ubicado en Sabana Grande.
Es obligación jurídica del estado venezolano, proteger a la caficultura, a quienes fueron “LOS GUARDIANES GRATUITOS DEL AMBIENTE”, respetando sus derechos económicos ya establecidos en el capítulo VII de la Constitución Nacional, artículo 112 la 118, y lo atinente a los derechos ambientales expresos en el Capítulo IX, artículos 127 al 129 de nuestra Carta Magna.
Supongo que no es necesario crear otro organismo encargado de la coordinación de las políticas públicas relacionadas con la promoción, formación, acompañamiento integral y financiamiento de los proyectos cafetaleros y, mucho menos, crear un posible antro de corrupción más, como podría convertirse otro Fondo que, no dudo que, puede ser creado con la mejor intención, pero con la posibilidad de una mala ejecución.
“Hay que tener cuidado con lo que se pide… porque puede ser que se conceda.”
Para mí está sucediendo con los precios del café robusta, y los precios internacionales pedidos, sin tener conocimiento objetivo de lo que ello implica.
En enero 2022, fueron publicadas las Normas Venezolanas que establecen las características generales y los requisitos que debe cumplir el café producido en el país, y son aplicables para el café venezolano, desde el denominado café verde, hasta el café torrefactado en el territorio nacional y el importado.
Las normas a cumplir quedaron expresas en:
LA NORMA VENEZOLANA CAFÉ VERDE, NORMA VENEZOLANA CAFÉ TOSTADO Y MOLIDO, NORMA VENEZOLANA CAFÉ ESPECIALES, CLASIFICACIÓN Y REQUISITOS NORMA GENERAL. SEGÚN PROYECTOS DE NORMA VENEZOLANA COVENIN: 46:2017; 5000:2017; 45:2017.
Según mi percepción, esto, es el deber ser del recate de la calidad del café venezolano, pero creo que es casi imposible su aplicación, en aproximadamente el noventa y ocho por ciento de las humildes familias caficultoras venezolanas, que por más de veinte años han sido condenadas a la desnutrición, al hambre, a las parasitosis, a accidentes cerebrovasculares, cardiovasculares, enfermedades endémicas, lumbalgias, y hasta suicidios, nefasta determinación de los caficultores que la optan al no poder honrar sus deudas; familias que viven en ranchos con paredes de bahareque, piso de tierra, sin electricidad y sin letrinas; excluidos de una educación idónea que los lleve a superarse; con trochas por vía de comunicación, que destruyen sus vehículos de doble tracción, los únicos con los que pueden llevar los insumos (cuando los consiguen) y sacar sus cosechas, resaltando que este tipo de automóviles son los más costosos en mantenimiento.
Están produciendo sin electricidad, ni combustibles, con que poner en marcha sus equipos: despulpadoras, secadoras y trilladoras, por lo que han tenido que secar el café, con leña, sacando un producto que ellos mismos han clasificado como no apto para consumo humano.
Una gran mayoría, debido a los costos de producción y el precio impuesto por el sector gubernamental, a su trabajo, esfuerzo, tesón, perseverancia e inversión, secan el café en plásticos, y utilizan los sacos desechos de los fertilizantes para almacenarlos en sus ranchos que tienen piso de tierra, y se les pide almacenarlos en paletas de madera y separados de las paredes de bahareque, fuera de contaminación, cuando ellos lo almacenan en el mismo sitio donde cocinan a leña, y allí guardan los agroquímicos y las asperjadoras con que los riegan.
Hay quien está pidiendo una Ley para crear más instituciones que controlen sus derechos expresos en la Constitución Nacional, en las leyes, reglamentos y en los Tratados Internacionales suscritos por la República, así como también fondos, para la supuesta protección de los caficultores que lo que pueden generar es más corrupción.
A los caficultores se les debe permitir ejercer sus Derechos Humanos, específicamente lo expreso en el artículo 23, que expresa:
Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas
y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo…
Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
“EL CAFÉ,” es el producto del trabajo de “las familias caficultoras,” por lo tanto el “precio” que se le otorgue al café, es “ES EL SALARIO DE LAS FAMILIAS CAFICULTORAS.”
¿Cuál ha sido el objetivo de imponer “precios viles” al café, a nivel de productor, creando el exterminio de la producción nacional, diezmar a los “Guardianes Gratuitos del Ambiente” y dejar libre el precio al consumidor?
¿Tiene algún plan el gobierno, que permita que los productores de café cumplan con las exigencias de las normas y equipare la producción nacional con la de países como Colombia o Costa Rica?
¡Amanecerá y veremos!
Maximiliano Pérez Apóstol