Elon Musk anunció el viernes que abandonará su tumultuosa oferta de 44.000 millones de dólares para comprar Twitter después de que la empresa no proporcionara suficiente información sobre la cantidad de cuentas falsas. Twitter respondió de inmediato, diciendo que demandaría al CEO de Tesla para mantener el trato.
El probable desmoronamiento de la adquisición fue solo el último giro en una saga entre el hombre más rico del mundo y una de las plataformas de redes sociales más influyentes, y puede presagiar una titánica batalla legal por delante.
Twitter podría haber presionado por una tarifa de ruptura de mil millones de dólares que Musk acordó pagar en estas circunstancias. En cambio, parece estar listo para luchar para completar la compra, que el directorio de la compañía aprobó y el director ejecutivo Parag Agrawal insistió en que quiere consumar.
En una carta a la junta directiva de Twitter, el abogado de Musk, Mike Ringler, se quejó de que su cliente había buscado durante casi dos meses datos para juzgar la prevalencia de cuentas «falsas o spam» en la plataforma de redes sociales.
“Twitter ha fallado o se ha negado a proporcionar esta información. A veces, Twitter ha ignorado las solicitudes del Sr. Musk, a veces las ha rechazado por razones que parecen injustificadas y, a veces, ha afirmado cumplir mientras le dio al Sr. Musk información incompleta o inutilizable”, dice la carta.
Musk también dijo que la información es fundamental para el desempeño comercial y financiero de Twitter, y es necesaria para finalizar la fusión.
En respuesta, el presidente de la junta de Twitter, Bret Taylor, tuiteó que la junta está “comprometida a cerrar la transacción en el precio y los términos acordados” con Musk y “planea emprender acciones legales para hacer cumplir el acuerdo de fusión. Confiamos en que prevaleceremos en el Tribunal de Cancillería de Delaware”.