“El protocolo familiar ha de ser la conclusión que se obtenga tras un trabajo en la familia, en la empresa, y en la propiedad. Éste ha de ser un proceso con componentes jurídicos, económicos, morales y empresariales, pero, sobre todo, es un proceso de trabajo psicológico y emocional con la familia que en muchas ocasiones no se tiene en cuenta en su justa medida, al presentarse el protocolo familiar como un documento normalizado que podríamos calificar como preparado para llevar. También impulsa la cultura organizacional cuya consecuencia será obtener un equilibrio trabajo, familia y propiedad.” Mario Rizo Rivas, Socio Director de Salles, Sainz–Grant Thornton, S.C.
Mario Rizo Rivas, es Contador Público Certificado y Maestro en Impuestos. Socio Director de Salles, Sainz–Grant Thornton, S.C., oficina de Guadalajara y Presidente del Colegio de Contadores Públicos de Guadalajara, A.C. Twitter: @mariorizofiscal.
Aquí reproduzco algunos de sus comentarios, escritos en un artículo publicado en marzo del 2020.
Mario Rizo Rivas sostiene que, “diariamente nos relacionamos con negocios familiares; sin embargo, en la práctica no es tan sencillo entender su complejidad. Su carácter familiar no solo está relacionado con su tamaño, con el tipo de dirección o con la actividad a que se dedica, sino con el grado de presencia y control administrativo, operativo y financiero que tengan los propietarios y su familia dentro de la misma”.
Luego señala que “El protocolo familiar ha de ser la conclusión que se obtenga tras un trabajo en la familia, en la empresa, y en la propiedad. Éste ha de ser un proceso con componentes jurídicos, económicos, morales y empresariales, pero, sobre todo, es un proceso de trabajo psicológico y emocional con la familia que en muchas ocasiones no se tiene en cuenta en su justa medida, al presentarse el protocolo familiar como un documento normalizado que podríamos calificar como preparado para llevar. También impulsa la cultura organizacional cuya consecuencia será obtener un equilibrio trabajo, familia y propiedad”.
Al final Rivas ratifica “Que la labor desarrollada en la elaboración del protocolo no termine con la obtención de este, es especialmente importante que exista un mantenimiento de la cohesión, armonía y comunicación familiar en función de las necesidades de la familia y de la empresa en el futuro. De hecho, ya existen algunas empresas familiares, que, en un elevado nivel de desarrollo empresarial y familiar, han incorporado un departamento de family office dentro de su estructura.
Es importante que entendamos, según escribe Mario Rizo Rivas, que las normas se modificarán o actualizarán atendiendo a la experiencia que resulte de su aplicación concreta, por voluntad expresada de la Familia y siguiendo el mecanismo previsto en este documento. Incorporando otras normas que resuelvan situaciones nuevas o no previstas, que vayan apareciendo como consecuencia del desarrollo natural de la Familia o de la Empresa y de la necesidad de adaptar cualquiera de ambas a las exigencias y circunstancias del momento.
Definitivamente, según Mario Rizo Rivas, la labor a desarrollar está en obtener la cohesión, armonía y comunicación familiar en torno a la realidad de la empresa, haciendo compartir la visión o el sueño de futuro de los familiares, con el fin de obtener las reglas que esa familia se da así misma para establecer sus relaciones familia-empresa.
Italo Olivo
www.iolivo.com