Las fuerzas rusas intentaban el miércoles rodear el último foco de resistencia ucraniana en una disputada provincia del este, mientras Ucrania seguía conmocionada por el bombardeo ruso contra un centro comercial que mató a por lo menos 18 personas.
Las fuerzas rusas tratan de avanzar en la región oriental del Donbás hacia dos aldeas de la provincia Luhansk al sur de Lysychansk, donde las fuerzas ucranianas están poniendo resistencia.
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña informó que las fuerzas rusas estaban logrando “avances incrementales” en su intento por capturar la ciudad. Lysychansk es la última parte de la provincia que sigue en manos ucranianas luego que los defensores se retiraron de la vecina ciudad de Sievierodonetsk.
Las fuerzas rusas y sus milicias aliadas controlan el 95% de Luhansk y aproximadamente la mitad de Donetsk, la otra región que conforma el Donbás.
El Institute for the Study of War, un centro de estudios basado en Washington, estimó que los ucranianos están en retirada combatiente, es decir, tratando de replegarse a posiciones más ventajosas mientras intentan drenar de energía y recursos al bando ruso.
Entretanto, los cuerpos de rescate seguían buscando entre las ruinas de un centro comercial en Kremenchuk que cayó víctima de un bombardeo ruso y donde, según las fuerzas ucranianas, 20 personas siguen desaparecidas. Las autoridades declararon tres días de duelo nacional.
Las bombas usadas en ese ataque fueron tan poderosas que es posible que los familiares no puedan recuperar los restos de sus seres queridos.
Svitlana Rybalko, funcionaria del Servicio de Emergencias de Ucrania, relató a The Associated Press que además de los 18 muertos, se han recuperado fragmentos de otros ocho cuerpos. Varios sobrevivientes estaban hospitalizados con heridas como fracturas craneales o pérdida de extremidades.
“La policía no puede decir con certeza cuántas (víctimas) hubo. Así que, estamos encontrando no los cuerpos sino fragmentos de cuerpos”, expresó Rybalko.
“En estos momentos estamos despejando el lugar que fue el epicentro de la explosión. Allí, prácticamente, no estamos encontrando cuerpos como tal”, añadió.
En el lugar del ataque, el centro comercial Amstor, varias familias se congregaron con la esperanza de encontrar a sus seres queridos. Una mujer joven estaba sentada en el piso, sollozando detrás de lentes oscuros.
“Esto es puro genocidio”, declaró Tatiana Chernyshova, una vecina que vino a colocar flores en el lugar. “Estas cosas no deberían estar pasando en el siglo XXI. Tanta gente de paz que está sufriendo”.