El estrés, la ansiedad y la depresión son emociones naturales que experimentan las personas en cualquier momento de su vida, pero que si no son bien canalizadas o sobrepasa un límite en lo que la persona no lo controla debe ser tratado de manera oportuna.
Según la psicóloga Misvely Pereira, estas emociones son procesos psicoafectivos que viven las personas, diferentes unas de otras, pero que comparten características en común más allá del individuo.
“El estrés no es bueno ni malo, sino que nos permite dar respuesta a determinados procesos del entorno, por ejemplo cuando alguien maneja un vehículo necesita la atención de procesos cognitivos. Cuando se hace repetitivo es cuando se vuelve negativo porque el cerebro no tiene la capacidad para soportarlo”, resaltó Pereira.
Asimismo, Pereira, que también forma parte de la Fundación Alzheimer Lara, señaló que la ansiedad y la depresión son emociones secundarias o estados anímicos naturales.
“Entendemos la ansiedad como una alarma que tiene mi organismo para decirme que algo pasa y que necesito moverme. En el caso de la depresión surge de una tristeza muy profunda donde hay un cambio que nos llama a conectarnos con nuestra emoción”, sugirió.
La psicólogo instó a las personas a estar atentos a distintas alertas como fallas atencionales que indican que hay un alto nivel de distrés que el cuerpo lo está exigiendo.