La ONG FundaRedes documentó que para el 2021 de las 439 personas fallecidas, 39 eran niños, niñas y adolescentes, víctimas que se dan en medio del conflicto armado y la violencia que se desarrolla en los estados fronterizos del país, así mismo en lo que va del 2022 se han reportado 96 personas desaparecidas en los estados fronterizos del país, de los cuales 14 son niños, niñas y/o adolescentes, quienes han sido reportados por sus familiares en la frontera venezolana.
A finales del pasado año, dicha organización presentó el boletín titulado “Grupos Armados aprovechan ausencia del Estado en las escuelas venezolanas de las escuelas”, donde se señala entre otros hechos, la permisividad que los GAI han tenido para captar a niños en edades desde los 7 años hasta la adolescencia, con fines de explotación, prostitución, trata y tráfico de personas.
Clara Ramírez coordinadora de documentación de FundaRedes, afirmó que “estos niños, quienes son los más vulnerables, son captados por estos delincuentes quienes los observan como si fuesen algún tipo de mercancía, eligiendo a los que puedan realizar algún tipo de trabajo forzoso y en el caso de las niñas, forzadas a la prostitución, o permanecer como víctimas de las mafias que operan en la frontera”.
Táchira con mayor índice de niños desaparecidos
Dentro de las unidades de análisis (homicidios, enfrentamientos, desapariciones) que maneja la ONG, las desapariciones tienen un incremento en su porcentaje principalmente en el estado Táchira, de estos, al menos 14 menores de edad se han documentado como desaparecidos dentro de las cifras del primer trimestre de 2022.
Detalló Ramírez la existencia de casos de menores de edad desaparecidos que no han sido reportados, “puesto que no están bajo el cuidado de sus padres, debido a que muchos de ellos migraron en busca de nuevas oportunidades, dejando a sus hijos en manos de cualquier otro familiar o conocido, quienes no reportaron su desaparición”.
Bandas criminales buscan apoderarse de la frontera
Debido a la emergencia humanitaria compleja que vive el país, las bandas criminales han aprovechado para instalarse en territorios fronterizos para dedicarse a las dinámicas propias de esas zonas o trochas, “sumándose a actividades delictivas como contrabando, reclutamiento de niños, niñas y adolescentes a fin de que trabajen para ellos, o realicen algunas actividades propias de sus intereses ilegales”, dijo Clara Ramírez desde FundaRedes.
“Entre las actividades que resaltan, y en las que estos grupos armados usan como medida de camuflaje a los niños captados, es la de servir de mediadores o de mensajeros, por el simple hecho de que son niños y podrían pasar desapercibidos, estos grupos delictivos se valen muchas veces, de las necesidades e inocencia de estos niños, niñas y adolescentes”, aseguró.
La situación de violencia continúa marcada en Táchira, con un movimiento activo por las trochas, “en Bolívar la violencia y la captación de niños, sigue el patrón de explotación por el tema de las minas, donde usan a los menores para beneficios de los grupos armados irregulares que azotan al corredor fronterizo” finalizó Clara Ramírez.
Con información de: Prensa FundaRedes