Las tendencias de los principales indicadores macroeconómicos favorecen la dolarización, a pesar de que transaccionalmente su uso haya disminuido, de acuerdo con un estudio realizado por la consultora especializada Ecoanalítica.
Al dar a conocer los alcances del estudio a través de su cuenta en las redes sociales, el socio director de la empresa, el economista Asdrúbal Oliveros, afirma que en el caso de los precios, el anclaje a divisas se da en más del 90 % de los mismos.
Explica que la ventaja del uso de la divisa en términos de coordinación (presupuestos y contratos) y anclaje de expectativas de precios sigue siendo un fuerte motivo para que los actores prefieran la dolarización ante los bolívares. Un factor que parece ser más estructural que coyuntural.
Dolarización transaccional
Revela el especialista que el grado de dolarización transaccional en Venezuela ha sido monitoreado semestralmente por Ecoanalítica desde 2019. Reveló que mostrará la versión más reciente de la medición realizada exclusivamente en la ciudad de Caracas entre el 30 de mayo y el 4 de junio de 2022.
Este estudio constituye una actualización parcial (Caracas) a la última revisión a dicho proceso hecha el pasado marzo a nivel nacional. Con ello, se busca ponderar el rol del dólar en las operaciones locales, en medio de los últimos cambios implementados en materia regulatoria.
Esta encuesta abarcó un total de 131 establecimientos de la capital del país. En esa muestra, se registraron alrededor de 10.346 transacciones, de las cuales 4.126 se realizaron en divisas, lo cual equivale a una proporción de pagos en divisas de 39,9 % para el período de estudio
Algunos resultados
Un vistazo a los resultados previos muestra cómo la dolarización transaccional en Caracas se había profundizado hasta noviembre de 2020. Después de esa fecha y hasta el segundo mes de 2022, el proceso empezó a tener una tendencia estable, aunque inclinándose a la baja ligeramente.
Luego, en marzo 22, el régimen reformó la ley de IGTF para incentivar el uso del bolívar. Como resultado, la dolarización en Caracas descendió 11,4 pp, de 59,8 % en octubre a 48,4 % en marzo, a poco tiempo de la entrada en vigencia del nuevo tributo.
Esto pareciera estar influenciado por un mayor monitoreo y fiscalización de las operaciones realizadas en divisas (en este caso, en la región capital), en línea con los intereses del Ejecutivo de recaudar mayores rentas y aprovechar la importancia del dólar en el sistema de pagos.
Si se contrasta el grado de dolarización de la capital venezolana con el de las otras grandes ciudades del país reportado en el último estudio, vemos cómo Caracas es la ciudad menos dolarizada, por debajo de lo mostrado previamente por Maracay (50,1 %) y Barquisimeto (50,9 %).
De acuerdo con esta última revisión, aquellos rubros con el mayor número de transacciones en moneda extranjera fueron bienes no esenciales, como Electrodomésticos (77,2 % del total), el ítem “Repuestos” (66,9 %) y productos asociados con ropa y calzado (52,7 %).
En contraposición, en rubros como alimentos y en bienes y servicios de salud, menos de la mitad de las operaciones fueron negociadas en divisas. El resultado nos sigue indicando, al menos indirectamente, que el acceso de los venezolanos a las divisas sigue siendo muy desigual.
En cuanto al signo monetario y los métodos de pago, del total de las 10.346 transacciones que se efectuaron, 60,1 % fueron realizadas en bolívares, 34,9 % en dólares, 4,2 % en euros, 0,7 % en criptomonedas y 0,1 % en otros signos monetarios.
En tal sentido, la falta de mecanismos operativos y de sistemas de compensación bancaria en divisas en el país sigue elevando el interés de los caraqueños por usar divisas en efectivo. Note que ese uso no mermó aún con el IGTF en plena vigencia..