Por tradición, en Colombia, el día siguiente a las elecciones presidenciales es de júbilo y, por tanto, no laborable. Pero, este lunes ha transcurrido en total calma, casi sin circulación de vehículos y con poca personas en las calles.
El triunfo del izquierdista Gustavo Petro, postulado por el Pacto Histórico, sobre el empresario Rodolfo Gutiérrez, que encabezó la Liga de Gobernantes anticorrupción, fue de apenas 2 por ciento del volumen electoral, lo cual no sólo mantiene la tensión que hubo en las últimas tres semanas, sino que ha acrecentado las preocupaciones en las clases alta y media de la sociedad colombiana.
La policía, que fue echada a la calle desde la víspera de las elecciones, mantiene estricto control en las ciudades.
Por lo pronto se prevé un aumento en el precio del dólar que se estima será cotizado a 5 mil pesos, se espera una caída en la bolsa de valores cuando ésta abre mañana martes, y se teme una fuga de capitales antes que el 7 de agosto entregue Iván Duque la presidencia y la asuma Petro con la vicepresidenta, Francia Márquez.
El politólogo larense Jhotany Medina, quien reside y trabaja en Bogotá, consultado telefónicamente por Elimpulso.com, no sólo nos ha aportado los detalles anteriores, sino que estima que la situación colombiana puede entrar en una etapa convulsa en el cuarto trimestre de año, una vez que el dirigente izquierdista se instale en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo Nacional.
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La polarización política ha dividido socialmente a Colombia, afirma. Anoche, en los barrios de clase alta y media se oyeron gritos por doquier proferidos hasta con insultos contra Petro y se oyeron insultos contra la gente de clase baja que regresaban a pie desde el Movistar Arena, un sitio de esparcimiento al norte de Bogotá y con capacidad para 6 mil personas, donde el candidato triunfador pronunció su discurso de victoria.
Se esperaba que diera un respiro a la población para aminorar la tensión que ha reinado en el curso de los últimos 21 días, pero sus palabras acrecentaron las preocupaciones, ya que insistió en profundizar su ideología izquierdista, que él llama progresista, con un proyecto de reforma agraria, entrega de tierras y acabar con la desigualdad en la propiedad.
De igual forma ha insistido en aplicar una fuerte reforma tributaria para las 4 mil más grandes fortunas del país y tomar medidas severas para las llamadas élites del país.
En ese discurso nunca llegó a mencionar al actual presidente Iván Duque, aunque sí hizo referencia al ex presidente Uribe y al candidato vencido, Rodolfo Hernández. Mantuvo su ataque a la política para hacer ver que es representante del antisistema.
Otro aspecto que consideró Petro es su política hacia las diferentes etnias y su disposición a incorporar a las mujeres a los cargos públicos en igual proporción que lo están desempeñando los hombres.
De acuerdo con Medina los aspectos más importantes que se están considerando a raíz del triunfo de Petro son:
–En política hay una polarización que se intensificará cuando el vencedor asuma el poder. Al mismo tiempo, desconocer a los partidos tradicionales, Conservador y Liberal, lo que hará que el ámbito político se haga más tenso.
–En lo económico, tomará medidas que causarán temor al empresariado, del cual se vislumbra que ya comenzará la fuga de capitales antes que el vencedor asuma sus funciones. Y, por supuesto, el anuncio de una política tributaria ya ha empezado a originar serias preocupaciones en una economía consolidada a lo largo de dos siglos.
–Incrementará las tensiones entre las clases sociales colombianas y aumentará las divisiones.
-Habrá cambios en el campo diplomático.
-Y una gran expectativa en el seno de las fuerzas armadas de Colombia, que por muchos años han tenido control sobre la población y combatido el narcotráfico y la guerrilla.