Su nombre científico, Icterus nigrogularis, viene del griego ikteros que significa amarillo, y su epíteto especifico nigrogularis significa garganta negra, que viene de las raíces latinas niger= negro y gularis= cuello.
Tiene la cabeza y cuerpo de color amarillo y antifaz, garganta, cola y alas de negro brillante, con bordes blancos. Estas tonalidades las comparte son su primo del Turpial y el Arrendajo.
Los individuos juveniles tienen un plumaje más opaco y verdoso, a veces sin babero ni bridas negras, pero casi siempre con barra alar blanca.
Construye su nido en forma de canasta alargada, de unos 40 cm de profundidad, colgado de una rama alta, con entrada por la parte superior.
El período de anidación y la dependencia de los padres difieren en su rango, pero, por lo general, dura 14 días y la cría necesita aproximadamente 13 días de cuidado parental en el nido.
Es muy apreciado por su variado y melodioso canto matutino. El macho generalmente canta desde la parte superior de los árboles, mientras que la hembra responde desde el nido. La canción se caracteriza por repetidos sonidos de silbidos, que varían en el número de notas
Se puede apreciar como un ave solitaria, pero es frecuente que comparta con uno o dos gonzalitos más en lugares cálidos, como los llanos, matorrales espinosos, cardonales, bosques que pierden las hojas o en las orillas de ríos.
Cuenta la tradición que el nombre “Gonzalito” es por Garci González de Silva, conquistador español, que, según aseguran muchos historiadores, tenía un penacho de plumas amarillas y negras, conocido y aclamado en toda la provincia. Era tanta la popularidad del español que cuando la gente vio a esta ave de colores similares al penacho por las enramadas no dudo en compararlos.
Infografía: Omar David Suárez
