La Unión Europea está reforzando su código de buenas prácticas en materia de desinformación, incorporando a más empresas tecnológicas, además de Google, Twitter y la matriz de Facebook, Meta, e introduciendo medidas para evitar que los proveedores de noticias falsas se beneficien de ellas.
La Comisión ejecutiva de la UE dio a conocer este jueves una actualización de su código voluntario de cuatro años que, junto con nuevas y amplias reglas en proceso para las empresas digitales, intensificará sus esfuerzos para combatir la propagación de información falsa en el bloque de 27 miembros.
Los líderes de la UE están alarmados por la desinformación que ha florecido en las plataformas en línea, especialmente en relación con la pandemia de COVID-19 y la propaganda rusa en medio de su invasión a Ucrania. El código muestra los intentos de Europa de tomar la iniciativa mundial en la campaña contra la desinformación, mientras las autoridades de Estados Unidos han hecho poco para frenar su propagación.
La desinformación “es un problema creciente en la UE, y realmente tenemos que tomar medidas más enérgicas”, afirmó la vicepresidenta de la Comisión, Vera Jourova.
El refuerzo europeo ocurre mientras Rusia utiliza la desinformación como arma como parte de su guerra en Ucrania, “pero también cuando vemos ataques a la democracia en general”, agregó Jourova a los periodistas en Bruselas.
Las empresas que se adhieran al código de la UE aceptan comprometerse con aplicar medidas que combatan la desinformación. Por ejemplo, tendrán que presentar informes periódicos sobre si están cumpliendo sus promesas, aunque hay pocos castigos si no lo hacen.
Sin embargo, el código tiene el respaldo de la próxima Ley de Servicios Digitales de la UE, una revisión de gran alcance del código de reglas digitales del bloque, que incluye requisitos para que los gigantes tecnológicos resuelvan los llamados “riesgos sistémicos” en sus plataformas, como la difusión de desinformación, bajo la advertencia de que enfrentarán multas fuertes.